Guanajuato.- Además de patrullar las calles de Guanajuato como parte de un dispositivo de seguridad, este año las Fuerzas Armadas han sido parte del espectáculo en el 50 Festival Internacional Cervantino (FIC).
Esto, en tiempos en que la militarización del País priva el debate público, a través de una exposición fotográfica en el Jardín de la Unión y una presentación de la Banda de Música de la XII Región Militar, la cual tomó por sorpresa a quienes pasaban por la Plaza de la Paz, en el Centro de la ciudad.
Más de una veintena de elementos armados con trompetas, clarinetes y saxofones, quienes pasaron del mambo de Dámaso Pérez Prado y el danzón a éxitos como La negra Tomasa o la Lambada, fueron acompañados por las palmas de las personas en el público, algunas de las cuales se animaron a bailar.
Una manzana abajo, en el jardín a contra esquina del Teatro Juárez, no eran ya instrumentos, sino fusiles FX-05 Xiuhcóatl -serpiente de fuego, en náhuatl-, lo que portaban los soldados plantados junto a los 18 bastidores con cuadros exhibiendo diferentes estampas de la milicia nacional.
“Es una exposición de fotografía sobre las actividades que realizamos como Ejército”, contó a Reforma el soldado Tinoco, militar desde hace seis años.
“Fue una iniciativa del Estado (de Guanajuato), más que nada para que la población tenga conocimiento de las actividades que realizamos”, refrendó junto a las piezas que estuvieron expuestas,
Imágenes lo mismo de rescate de afectados a través del Plan DN-III que de elementos posando con niños, del adiestramiento táctico o de la presencia femenina en las Fuerzas Armadas.
“Y del patrullaje bajo la seguridad de nosotros para controlar, más que nada mantener la paz en el País”, detalló el soldado Tinoco, quien desde pequeño deseaba ser parte del Ejército precisamente por “el orgullo de defender al País”.
“Es una intuición que trae uno desde niño, que llega a una determinada edad y dice: No, yo cuando sea grande quiero pertenecer a las Fuerzas Armadas. Más que nada eso fue lo que me trajo, y por eso sigo aquí; es muy bonito el Ejército, aprendes muchas cosas, y aquí estamos”.
El toque militarista en la “Edición de Oro” de la llamada Fiesta del Espíritu no sólo no pasaba desapercibido, sino que con genuino interés varias personas, para quienes no parecía haber contrariedad alguna por los uniformados con armas en la cita cultural más importante de México, se detenían ante cada imagen e incluso interactuaban un poco con los militares en el sitio.
“Es algo muy importante porque, de hecho, luego los mexicanos no sabemos la manera en que trabajan los militares”, opinó para este diario Ernesto Garduño, comerciante procedente de Toluca de visita por primera vez en el FIC. “Igual, lo que le pueda uno querer preguntar a los militares, pues ellos te lo van a decir”.
¿Considera que se le ha dado más poder al Ejército?
Muchas personas a lo mejor podemos tener una noción de que tienen poder o algo así, pero yo creo que es lo justo; lo que tiene que ser, nada más. Ni de más ni de menos. Y yo creo que por eso es bueno también quitarse de las dudas que uno tenga, acercarse a ellos y preguntarles.
Los militares, no obstante, eran más bien reservados respecto a este tema.
“No, sobre eso, ahora sí que yo no tengo nada más que decir. Hasta el momento creo que está funcionando, se ha controlado un poco más la inseguridad. Así que por el momento es lo único que le puedo yo responder”, contestó el soldado Tinoco.
“Me parece bien (la militarización), porque se necesita que haya orden”, diría, por su parte, el señor Alfonso. “Hay mucha inseguridad, sobre todo en el campo. Te asaltan en el camino: a mí me asaltaron dos veces. Cuando entra el Ejército, todo mundo se va pa’trás”.
A pesar de las sendas reacciones de rechazo hacia hechos como la aprobación de legisladores para extender la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública hasta 2028, entre quienes se detenían a mirar esta exposición abierta en el Cervantino no había polémica alguna.
“Yo creo que está bien lo que se está haciendo porque antes, pues ve que estaba la Policía Federal y cómo se coludió con todo el crimen organizado. Entonces, creo que es una buena forma de controlar esta parte, principalmente en los municipios más lejanos de la Sierra de Querétaro, de Guanajuato, de Guerrero incluso, donde es muy peligroso”.
“Entonces, yo lo veo bien, que los militares estén como tutor de la Guardia Nacional”, expresó Emiliano Flores, en su tercera ocasión en el FIC.
¿Los militares no se coludieron también con el crimen organizado?
Sí, también, en parte. Pero, este bueno, es que el Ejército como que está dividido también internamente. Y a la par, pues depende del Gobierno también que esté. Porque, pues hemos visto que el mismo Ejército (fue partícipe) en el 68, ¿no? En Tlatlaya, en Atenco, o en muchas otras situaciones ha estado mal, ¿no? Pero yo creo que depende mucho del Gobierno que esté gobernando.
Así, entre soldados que ponen a bailar a la gente o patrullan las calles armados, transcurre la edición conmemorativa por los 50 años del FIC.
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