Con la llegada del invierno y pasado ya el periodo de lluvias, los mexicanos olvidamos este enorme problema y esperamos mejores tiempos para resolver el asunto. Las presas, medio llenas, se vaciarán hasta que en abril inicie el calor y esperemos que la solución nos caiga del cielo. Pero como estimados lectores me piden que exprese mi opinión sobre este tema al que dediqué décadas de mi vida, ya como rector de la universidad pública de esta ciudad o ya por el enorme proyecto de Sierra de Lobos, el “tinaco de León”.
Primera reflexión. El asunto del agua es legalmente, federal. Con un gobierno de la República que odia al de Guanajuato y que sabe que los niveles de aprobación del Presidente aquí son muy bajos, la decisión de excluirnos del proyecto Zapotillo que traería agua a León, es otro más de los castigos a los que somos sometidos. Pero esto debería ser una oportunidad para la creatividad y regresar al origen: la Sierra de Lobos de donde por milenios escurrió el agua que tenemos bajo nuestros pies en el agotado acuífero.
Segundo asunto. La solución al problema del agua para León (construir una presa con “manufactura” como lo hicieron los egipcios) no fue la mejor decisión, cuando debimos hace 30 años optar por la opción de la sustentabilidad (regenerar las cuencas de la sierra de Lobos y hacer “mentefactura” como lo hicieron los israelitas). Lamentablemente, la solución a problemas de abastecimiento de agua en la historia de la humanidad, son de largo plazo y a pesar de que algunos alzamos por años nuestras voces, ahora es tarde para cualquier solución.
Tercera cuestión. Queda acordar con la federación la recuperación de la inversión realizada por la ciudad y el gobierno estatal durante dos décadas en el proyecto El Zapotillo para que pueda aplicarse en un nuevo proyecto. Dada la decisión del presidente AMLO de excluirnos del proyecto, solo nos queda la opción de combinar el traer agua de la Presa Solís (con los costos inherentes a la conducción) con la recuperación de las cuencas de la Sierra de Lobos, aunque los procesos son lentos, pues la naturaleza es sabia.
Cuarto punto. Convertir a SAPAL, el organismo operador de agua de León, en una fuente de financiamiento para personas y entidades ahorradoras de agua e invertir en los proyectos de agua tratada en aquellos usos que son más consumidores de agua potable. Aquí entra el mantener la operación óptima de este organismo que es ejemplo nacional, pero al que habría que reinventar como gran financiador (con rentabilidad financiera) para estimular a recicladores.
Quinto. La solución híbrida que por tres décadas hemos presentado numerosas personas (Presa Solís más Sierra de Lobos) debe ser un movimiento cultural participativo, donde el gobierno desate la creatividad a través de un proyecto incluyente y que sea ampliamente difundido por la misma gente. Los últimos años, la solución al problema del agua no ha estado presente ni en los discursos ni en los proyectos de inversión del gobierno municipal ni en el estatal.
Sexto. Solo el liderazgo ciudadano puede potencializar toda la fuerza que tiene una comunidad que tiene sed y que puede encauzarse en una gran iniciativa conducida por el talento de jóvenes que convoquen a un diseño participativo de la solución. No hay registros periodísticos en el último año, ni en informes de gobierno, ni en discursos, ni en presupuestos, ni en comités ciudadanos, del proyecto que tanto necesitamos.
Hice mi arte. Formé a cientos de especialistas en agua. Termino por fin mi libro “Gota por gota: el día cero para León”, donde además de revisar el funcionamiento de la cuenca hidrológica, repaso las iniciativas que sobre agua hemos tenido en la ciudad y la hoja de ruta para que sociedad, empresas y gobierno, sigamos teniendo agua para todos. Hoy padecemos la mala decisión de hace 30 años, de apostar nuestro tiempo y nuestro dinero a la Presa El Zapotillo. Otra larga sequía, otra crisis de agua como la de Nuevo León, serían lo único que nos haría reaccionar frente a esta realidad de la falta de agua para la ciudad, aunque la volvamos a pensar en el próximo mayo, cuando con el calor, caiga “gota por gota”.
Gota por gota el agua que nos falta
Con un gobierno de la República que odia al de Guanajuato y que sabe que los niveles de aprobación del Presidente aquí son muy bajos, la decisión de excluirnos del proyecto Zapotillo que traería agua a León, es otro más de los castigos a los que somos sometidos.