Con la finalidad de rendir homenaje a la trayectoria del ceramista guanajuatense, se expone la muestra “Transformación de la tierra, 59 años de creación de Gorky González” como parte del Programa de Artes Visuales de la edición 50 del Festival Internacional Cervantino.
La exposición estará disponible hasta el 8 de mayo del 2023 en el museo del Pueblo de Guanajuato en la Sala Gorky González.
“Decía mi papá que las piezas torneadas a mano tienen un sabor distinto, en Japón decían que tienen su propio corazón o su propio espíritu”, dijo Gorky González Ono, hijo del artista.
La obra del mexicano, reúne a manera de homenaje el legado de una producción de la cerámica mayólica de alfarería tradicional guanajuatense; que parte de la fundación de una escuela cerámica como un arte popular arraigado de manera tradicional y que ha permeado a otros ámbitos para formar parte de las disciplinas decorativas y utilitarias de las sociedades contemporáneas.
Es una muestra configurada a partir de diversas colecciones, entre ellas la colección familiar del artista y el Acervo del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, donde se conjuntan las formas y pinceladas que Gorky González diseñó y trazó a lo largo de su vida como artista y maestro artesano de la cerámica.
En recorrido por la exposición, González Ono explicó cómo es la elaboración de las piezas y en qué consiste la mayólica, que es barro doblemente esmaltado y pintado. Los colores son obtenidos a base de óxidos minerales, por lo que los tonos nunca quedan igual “el fuego hace su parte mágica en el proceso”.
González Ono mencionó que actualmente en el taller, el 98 por ciento de las piezas redondas son torneadas a mano sin ningún tipo de molde y es uno de los procesos que quiere mantener así.
A pregunta expresa sobre qué le aportó a su papá la experiencia en Japón para mejorar la artesanía de Guanajuato, comentó que “básicamente fue comprender las formas y usos de las piezas, la sensibilidad y respeto a las piezas y formas de producción”.
SOBRE EL ARTISTA
Gorky González Quiñones, quien naciera en Morelia en 1939, creció en un contexto artístico, recibiendo sus primeras enseñanzas de su padre, el escultor y orfebre Rodolfo González. A los 23 años de edad, Gorky implementó un espacio de fundición artística en San Miguel de Allende al que concurrieron estudiantes, aprendices del oficio y escultores profesionales; años después, en la Ciudad de Guanajuato, fundó un taller de fabricación de terracota.
Alentado por Hisato Murayama, vivió en Japón con la finalidad de aprender las técnicas de cerámica tradicional. Los conocimientos obtenidos en este país, aplicados a los que desarrolló en Guanajuato, hicieron que Gorky se convirtiera en uno de los ceramistas más importantes de México.