El panteón central San Miguel, en Tulancingo, está saturado; pasar por algunos de los pasillos es complicado, pues hay zonas donde es muy estrecho el espacio entre tumbas. 

La presidencia municipal, a cargo de la administración del cementerio, ha intentado diversas estrategias para evitar la saturación del lugar. 

INTENTOS DE SOLUCIÓN

Una de las acciones fue crear una zona con nichos para colocar urnas con los restos de los fallecidos; los espacios fueron ofrecidos en 2011, pero su demanda fue mínima. 

También se ha intentado la exhumación de cuerpos en lotes cuyos derechos no han sido renovados.

Aunque realizaron algunas exhumaciones y con ello se liberaron espacios, la demanda todavía es mayor a la cantidad de lotes disponibles.

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ESTADO DE LAS TUMBAS 

Algunas tumbas se encuentran totalmente abandonadas incluso desde hace varios años, lo cual es notable por el desgaste que presentan, mayor al promedio, así como por tener una gran cantidad de hierba crecida y basura alrededor.

El contraste es mayor entre algunas tumbas que denotan mucho cuidado, incluso con adornos alusivos al Día de Muertos.

VISITAS

Este martes 1 de noviembre fue moderada la presencia de personas para visitar a familiares y amigos cuyos restos descansan en el panteón San Miguel.

La mayoría de las personas acudieron para limpiar y arreglar las tumbas, además de colocarles flores y en algunos casos adornos alusivos a la celebración.

Los músicos que ofrecen sus servicios señalaron que esperan que este miércoles 2 de noviembre acuda una cantidad muy superior de personas.

En la misma visión coincidió el personal del cementerio central municipal, por lo que ya tienen listos protocolos de atención a los visitantes.

SIN RESTRICCIONES

En el panteón San Miguel se permite ya el paso libre y sin filtros de las personas, incluso la mayoría sin portar cubrebocas para evitar contagios de COVID.

Pasaron dos años para permitir el libre flujo de visitantes al panteón, luego de la emergencia de salud que inició en 2020.

 

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