La noche de este sábado cinco de noviembre significó algo más que un partido más para el Barcelona, pues se retiró uno de los últimos más grandes ídolos en la historia de la institución: Gerard Piqué, quien disputó su último partido como profesional en el Camp Nou.
A media semana, el zaguero dio a conocer su decisión y, a partir de ese momento, los días se tornaron diferentes al interior del equipo, uno que se lució en la despedida del defensor.
Dembelé al 48’ y De Jong al 62’ definieron un encuentro que se tornó emotivo al minuto 83 cuando, entre lágrimas, Piqué abandonó el campo que pisó durante 14 años como profesional y lo hizo con el abrazo de Xavi Hernández, con quien vivió un sinfín de vivencias dentro de la cancha. Esta fue la última vez que portó el gafete de capitán.
Luego de los 90 minutos, Piqué fue homenajeado por sus compañeros, cuerpo técnico y aficionados, a quienes dio un discurso bastante emotivo que le puso fin a su historia como jugador profesional.
“En la vida, cuando te haces mayor, te das cuenta que el verdadero amor es marcharte. Estoy convencido que en un futuro volveré a estar aquí. Esto no es un final, ya me fui con 17 años porque sentí que nos faltaba un espacio”, fue parte del discurso.
Por si fuera poco, el español puso punto final con una frase que, seguramente, los culés recordarán por mucho tiempo.
“Y, para acabar, les digo que mi abuelo me hizo socio el día que nací. Nací aquí y moriré aquí. Visca el Barca, siempre”.
Así, con lágrimas escurriéndole en las mejillas y una voz quebrada, Gerard Piqué le dijo adiós a los campos de futbol donde logró 31 títulos enfundado en la playera blaugrana.