La policía española no debió usar balas de goma para detener a los inmigrantes que trataban de ingresar por mar el mes pasado al enclave español de Ceuta, en el noroeste de África, cuando 15 personas se ahogaron, reconoció el lunes el ministerio de Interior.
El ministro Jorge Fernández Díaz dijo a la emisora Onda Cero que era poco probable que las balas de goma detuvieran a las decenas de inmigrantes subsaharianos que trataban de bordear a nado la frontera entre España y Marruecos el 6 de febrero.
España ha defendido consistentemente la actuación de los policías pese a las críticas de la Unión Europea y de defensores de derechos humanos que sostienen que las balas pudieron influir en los ahogamientos.
Miles de inmigrantes que buscan una vida mejor en Europa viven sin autorización legal en Marruecos y habitualmente tratan de entrar a Ceuta y a Melilla, al otro enclave español en la costa mediterránea.
Varios cientos de inmigrantes intentaron escalar las vallas de Melilla el domingo, y 15 consiguieron cruzar, dijo el delegado del ministerio del Interior en la ciudad, Alfredo Menéndez.
Agregó que las fuerzas de seguridad marroquíes habían frustrado otros intentos de cientos de inmigrantes más temprano durante la jornada.
Aquellos que cruzan a los enclaves por lo general son puestos en centros mientras las autoridades intentan repatriarlos.

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