Ciudad de México.- En México, actualmente 7 de cada 10 personas no pueden acceder a la compra de los productos de la canasta básica, afirmó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
Ante ello, los mexicanos han reducido su consumo, se ha cambiado la calidad de los insumos e incluso se hace uso de financiamiento para adquirir alimentos.
“Siete de cada 10 mexicanos no les alcanza para comprar la canasta básica.
“Se ha acotado el consumo, ha bajado la calidad y la gente que está en esa posibilidad son siete de cada 10, es decir el 70 por ciento de los mexicanos tienen dificultades para comprar la canasta de alimentos que quisiera comprar para llevar a su casa”, expresó el titular de la Asociación en conferencia.
El representante del organismo acotó que con el ritmo ascendente de la inflación, en promedio 4 de cada 10 mexicanos tienen que destinar una mayor parte de sus ingresos para adquirir productos básicos.
“Esos cuatro mexicanos reciben un peso, destinan 90 centavos para comprar alimentos, es ahí donde resiente con más fuerza la inflación y los hogares que más golpea”, determinó el representante comercial.
Por ello, consideró que es necesario que el incremento salarial del próximo año sea al menos del mismo nivel que la inflación, la cual se anticipa cierre en cerca de 9 por ciento anual.
Pese a que en los diferentes sectores se trabaja más, se regresó a las modalidades presenciales y se requiere mayor esfuerzo para mantener un puesto de trabajo, indicó que los sueldos no mejoraron.
Bajo el escenario de un aumento salarial para 2023 debajo del ritmo de la inflación, así como un mayor aumento en los precios al consumo, sobre todo al cierre de este año, la cuesta de enero será más compleja, anticipó Rivera.
Cuestionan impacto del Buen Fin
Si bien las cifras oficiales reportan aumentos en el consumo privado y se espera un fuerte dinamismo en compras por el Buen Fin, la adquisición de productos esenciales es la más afectada, indicó Rivera.
Acotó que cada vez más personas usan productos financieros para adquirir alimentos, mientras que campañas como el Buen Fin incentivan la compra de bienes no necesarios, que representan deudas a largo plazo.
“Viene una campaña de consumo suntuario, pero el consumidor promedio de este país está entre dos versiones de la historia, me quedo en la idea de que debemos ser austeros, cuidando el consumo esencial, estudiando mis compras, incluso haciendo economía, evitando desperdicios o me voy por el lado de ‘ven y usa una tarjeta que tengas por ahí, compra una pantalla'”, cuestionó.
Acotó que cada año participan menos empresas en esta campaña que ha resultado ser una mala copia del “Black Friday”, que incluso en Estados Unidos tampoco tiene el mismo dinamismo por la inflación.
“No sabemos por qué insistir en una idea de reactivación, que promueve un consumo artificial”, cuestionó el titular de la Anpec.
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