Los cambios se pueden imaginar y obtener con vistas radicalmente diferentes. Foto Especial

Hay muchas razones que tiene la gente para renovar su hogar. Muchas veces es por necesidad ante el deterioro de ciertas partes o lugares tanto del interior o del exterior. También simplemente quieres darle otra vista al lugar con el que convives todos los días.

Lo primero es sacar un presupuesto de todo lo que se requiera o se desee modificar. Esto determinará el tipo de productos a los que se puede tener acceso para realizar los ajustes y modificaciones.

Si se van a cambiar los revestimientos, que no son otra cosa que las capas que cubren una superficie, varían en sus costos. Algunos de los más utilizados son: madera, cerámica, piedra, microcemento y yeso.

Hay partes de la casa donde el cambio de mobiliario y aparatos electrónicos es común, sobre todo por deterioro. Por ejemplo, la cocina transforma su aspecto al sustituir encimeras, armarios, fregaderos y hasta electrodomésticos.

Si la estructura de tu casa lo permite, puedes colocar o quitar paredes para aislar o combinar estancias según los gustos y/o necesidades de cada quien.

Es fundamental tomar en cuenta la antigüedad de la estructura. Si es una casa con varias décadas de existencia, es posible encontrarse con elementos arquitectónicos en mal estado. Una renovación de los sistemas obsoletos de la casa pueden alcanzar un costo más elevado debido a la adaptabilidad de los nuevos aparatos o sistemas.

Asesórate con expertos para cambiar el sistema de aislamiento térmico del hogar. Ya sea frío o calor que se pueda sentir al exterior, pero con ciertas medidas al interior se puede conservar una temperatura templada durante todo el año.

También se puede dar un cambio al estilo de la casa con un cambio en los tonos de las paredes y/o del mobiliario. Elige colores que te agraden y siempre haz pruebas de luz para observar antes de pintar todas las habitaciones.

Poca gente pone atención en el cambio de iluminación, pero resulta esencial en la transformación del aspecto de los interiores y exteriores. El tipo de luz permite otro tipo de ambiente y resulta de los cambios más económicos porque con el mismo sistema eléctrico se puede jugar con los colores y diseños de focos que existen en la actualidad.

Cambio de iluminación. Foto Especial.

No debes olvidar pedir los permisos pertinentes con el gobierno en turno. Todo esto cuando las maniobras de remodelación impliquen una modificación a la imagen urbana de la calle. 

Un hogar más sano se puede lograr al mejorar o añadir ciertos detalles como plantas de decoración. Además, vaciar los espacios de cosas que no se usan y solo se encuentran arrumbados, limpia y da espacio para colocar nuevos objetos.

Tipos de iluminación para tu casa:

Natural: proporcionada por los rayos de sol a través de la ventana.

Ambiental: también proveniente del sol, pero se refleja de manera indirecta al interior de la casa.

General: luz homogénea o con la misma proporción distribuida por toda la estancia.

Decorativa: sirve para dar protagonismo a cierta zona u objetos de un lugar.

De exposición: crea un ambiente escénico de luces, ya sea con focos en movimiento o bien repartidos por todo el espacio.

Funcional: normalmente se colocan en zonas de paso para literal alumbrar un determinado espacio de uso común.

Puntual o focalizada: Similar a la decorativa aunque con el propósito de cumplir una función de uso en la estancia.

Cinética: luz en movimiento con vida, se puede utilizar velas, el fuego de la chimenea o lámparas de aceite. Generan ambientes relajados y románticos.

 

Los cambios se pueden imaginar y obtener con vistas radicalmente diferentes. Foto Especial.

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