A su suerte es como automovilistas tienen que integrarse a la circulación en ambos cruces de la intersección entre el bulevar Luis Donaldo Colosio y del Minero, pues donde había reductores de velocidad ahora son solo grietas en el asfalto.
Como una bifurcación bastante peligrosa, así definen las personas que circulan con su automóvil a cualquier hora el cruce mencionado, uno de los más transitados de la ciudad.
Dicha zona funge como intersección para dos de los bulevares con más afluencia vehicular de Pachuca, el Colosio y el del Minero.
Sin embargo, ante la ausencia de semáforos e incluso con la desaparición de los reductores de velocidad, los automovilistas circulan a gran velocidad, lo que dificulta el cambio de carril para quienes quieran pasar de una arteria vial a la otra.
REDUCTORES DESAPARECIERON
En años pasados, ante la velocidad con la que circulaban automovilistas por la zona, fueron colocados reductores en dos tramos del bulevar Colosio, el primero con dirección al centro de la ciudad y también en el paso a desnivel que conecta con la salida a Actopan.
No obstante, esos pequeños topes desaparecieron con el tiempo, por lo que ahora no hay nada que reduzca la velocidad de los autos para dejar pasar a los que intentan cambiar de bulevar.
Esa situación ha generado que en las denominadas horas pico el retorno con el que se integran los automóviles del bulevar del Minero al Colosio se vea totalmente rebasado por el gran número de conductores que buscan el paso y que no pueden cruzar por la velocidad con la que manejan los que van en dirección al centro.
Algunos conductores que circulan por la zona coincidieron en que el problema vehicular se solucionaría con la colocación nuevamente de reductores de velocidad o semáforos.