Juventino Rosas, Guanajuato.- Momentos de incertidumbre vivieron vecinos de la colonia Unión Allende, luego de que delincuentes dispararan durante la noche contra la fachada del que hasta la mañana del miércoles era el convento de “Las Madres Azules”.
Personas cercanas a las religiosas señalaron que fueron desalojadas debido a que un sacerdote de la Ciudad de México, reclamó la propiedad al quedar como único beneficiario en las escrituras del terreno tras la muerte de una madre superiora.
Fue la mañana de este miércoles, a través de redes sociales que se dio a conocer la noticia sobre el desalojo de las “Misioneras Guadalupanas de Jesús Evangelizador” (Las Madres Azules), de su casa-convento ubicado en la calle María Liceaga, casi esquina con Josefa Ortiz de Domínguez.
Tras los hechos, las “hermanas” fueron alojadas en un domicilio de la Zona Centro, a unos metros del Jardín Principal donde continuaron con la venta de sus productos.
Hasta este punto todo parecía que quedaría “en paz”, pero durante la madrugada de este jueves vecinos del ahora exconvento vieron interrumpido su sueño por el estruendo de los disparos; hombres a bordo de varios vehículos dispararon contra la fachada del inmueble.
Señalaron que fue cerca de la 1:30 de la mañana cuando escucharon una ráfaga de disparos en la calle, pero fue hasta el amanecer que se dieron cuenta que el portón del domicilio de las religiosas tenía un impacto de bala, además de que justo al frente estaba tirada una cartulina con amenazas de un grupo criminal.
Se escucharon balazos poquito después de la 1:00 de la mañana pero no salimos por miedo. Ya cuando iba aclarando el día vimos que habían disparado contra la casa y dejaron una cartulina ahí”, señaló una vecina.
Inicialmente las autoridades eclesiásticas se mantuvieron herméticas ante las causas del desalojo, sin embargo personas cercanas a las “Madres Azules” dijeron que todo derivó de problemas en la escrituración del inmueble.
“El hermano de una Madre Superiora fue el que les donó el terreno y ellas fueron las que trabajaron para poder construir lo que es ahorita. Lo que pasó es que la madre murió y en las escrituras estaba ella y un sacerdote de la Ciudad de México”.
“Ahora que ya no estaba la Madre, pues el padre se dijo ser dueño total del terreno y por eso reclamó la propiedad. Ahora las hermanas tuvieron que irse a otra casa que está ahí cerca del Jardín de Juventino”, señaló una persona cercana a la congregación.
Por el momento serán las autoridades las encargadas de resolver la situación legal del inmueble, además de investigar y esclarecer el motivo del ataque registrado tras el desalojo de las religiosas.
AM