Ciudad de México.- Las cenizas de la perrita rescatista “Frida” fueron depositadas debajo de su escultura, en la sede de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) al sur de la Ciudad de México.
El can, que adquirió notoriedad durante los sismos de septiembre de 2017, falleció el pasado 15 de noviembre debido a un estado de salud crítico, propio de su edad.
La misma estatua fue parte del desfile del pasado 20 de noviembre, en el marco del 112 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana.
En una ceremonia abierta al público, con todo y mascotas, mandos navales y tropa rindieron el último adiós a la perrita, que en su trabajo activo acumuló 53 localizaciones, 12 de ellas de personas con vida.
Sus cenizas fueron colocadas en un nicho, en la base de su estatua, entre aplausos y arreglos florales.
El segundo Maestre retirado Israel Arauz Sabines, último manejador de “Frida”, conmovió a los presentes con un discurso con el que se le quebró la voz.
“Integrar un binomio con ‘Frida’ tanto para mí como para otros compañeros resultó siempre la combinación perfecta de la satisfacción del deber cumplido ante una gran responsabilidad. La unión entre humano y canino es crucial para alcanzar el éxito”.
“Yo la acompañaba en su determinación y valentía. Mi querida ‘Frida’, mi querida gorda, era abril de 2016 cuando un terremoto de consecuencias fatales estremeció el país hermano de Ecuador necesitaban ayuda y México estuvo dispuesto a colaborar. Entre los caninos ibas tú entre las zonas más colapsadas y las zonas más peligrosas, te mostraste seria y determinante…”, dijo el marino.
El elemento, con atuendo de rescatista se despidió de su acompañante de misiones de rescate.
Honramos tu existencia y decimos hasta pronto, mi gordita, muchas gracias por este tiempo de enseñanza y compañía, le diste mucho a nuestra Nación”, añadió el marino, que estuvo hasta el final de la existencia de la perrita.
A la ceremonia acudió el secretario de Marina Rafael Ojeda y la primera plana de la institución.
A sus 10 años, la perrita fue jubilada en 2019 para ser entregada en adopción. No obstante, por su deteriorado estado de salud aún estaba bajo el resguardo de la Marina.
La rescatista también ayudó en los terremotos de Haití, en 2010, donde encontró a 12 personas vivas bajo los escombros. En 2013 encontró 8 cuerpos tras la explosión reportada en el complejo de la Torre de Pemex el 31 de enero de 2013.
En los deslaves de Ecuador, en 2017, localizó los cuerpos de 20 personas. Pero su participación más activa fueron los rescates de los sismos registrados en 2017, donde participó en diversas acciones en la Ciudad de México y Oaxaca.
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