Ciudad de México.- Los habitantes de la Ciudad de México respiran contaminación por bióxido de azufre (SO2), producida por la termoeléctrica y la refinería de Tula, con niveles superiores a los admitidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), informó la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema).
“Se observa que la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) cumple con la Norma Oficial Mexicana. Sin embargo, en ambas entidades se superan los umbrales de la OMS y de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA)”, señaló.
La Sedema dio a conocer el Informe de Calidad del Aire 2019, emitido apenas en octubre pasado, el cual expone que el contaminante, desplazado por los vientos, es más aspirado en los municipios conurbados, que en las alcaldías.
“En el Estado de México se registraron los datos más altos de SO2, debido al transporte de emisiones provenientes de Tula, industrias y fuentes móviles que usan combustibles con mayor contenido de azufre”.
“En la Ciudad de México, sitios del centro como Hospital General, Merced e Iztacalco presentaron los máximos, debido a la cantidad de fuentes móviles”, agregó.
El SO2, generado también por las aeronaves del Aeropuerto Benito Juárez, llega hasta la periferia en menor concentración, medida en las estaciones Milpa Alta, UAM Xochimilco, Montecillo en Texcoco e Instituto de Investigaciones Nucleares, cercana a Toluca.
En el caso del ozono, los capitalinos respiran contaminación diaria superior a los límites de las normas mexicana, de la OMS y la EPA, detalló el informe de expertos de Sedema y el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICCyCC) de la UNAM.
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