La erupción comenzó el domingo por la noche en la caldera en la cumbre del volcán en la Isla Grande, luego de una serie de intensos sismos uno tras otro, dijo Ken Hon, el científico a cargo del Observatorio de Volcanes de Hawai

Honolulu.- El Mauna Loa de Hawai, el volcán activo más grande del mundo, comenzó a arrojar ceniza y escombros, llevando a las autoridades a advertir a los residentes que se preparen en caso de que la lava fluya hacia sus comunidades.

La erupción comenzó el domingo por la noche en la caldera en la cumbre del volcán en la Isla Grande, luego de una serie de intensos sismos uno tras otro, dijo Ken Hon, el científico a cargo del Observatorio de Volcanes de Hawai, en una conferencia de prensa a primera hora de la mañana.

El magma se desplazó hacia la superficie, aunque los flujos de lava estaban contenidos en la zona de la cumbre y no amenazaban a las comunidades cercanas.

Un video de cámara rápida de la erupción tomado en la noche muestra la lava fundida iluminando la caldera, moviéndose a través de ella como las olas en el océano.

El Observatorio Vulcanológico de Hawai ha recibido algunas fotos que sugieren que el extremo sur de la caldera se ha desbordado, lo que ha provocado algunos flujos de lava a unos pocos kilómetros (millas) de la caldera, dijo Hon.

En algunas erupciones anteriores, la lava se desbordó de la caldera pero nunca llegó a acercarse a zonas pobladas.

“Ahora mismo estamos observando los indicios, tratando de averiguar si va a ser una erupción que se mantenga dentro de la cima del Mauna Loa o que se desplace hacia abajo por una de las zonas de la grieta, ya sea hacia el suroeste o hacia el noreste”, señaló Hon.

“No queremos tratar de adivinar el volcán”, explicó Hon. “Tenemos que dejar que nos muestre lo que va a hacer y luego informamos a la gente de lo que está ocurriendo lo antes posible”.

Según las autoridades, actualmente no hay indicios de que la erupción se desplace hacia una zona de grieta. Una zona de fisura es aquella en la que la montaña se está dividiendo y la roca está agrietada y relativamente débil, lo que facilita la salida del magma.

“En este momento, no hay que alarmarse”, dijo el alcalde de la Isla Grande, Mitch Roth.

De momento no se han emitido órdenes de evacuación.

JFF 

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