Salamanca, Guanajuato.- En la víspera de diciembre, María Guadalupe González y Vicky Gallardo restauran cientos de figuras del Niño Dios, desde hace 15 años se dedican a reparar imágenes religiosas y todo tipo de efigies elaboradas con yeso, porcelana, resina y patol.
Enclavado en la calle Allende, en el centro de Salamanca, se encuentra el “Hospitalito del Niño Dios”, es el espacio donde María Guadalupe y Vicky pasan la mayor parte del día restaurando figuras, un trabajo que les apasiona, una labor que ha transformado sus vidas y que les permite vivir de una forma especial los meses, las semanas y los días previos a la Navidad.
Estas artesanas tienen una gran carga de trabajo durante todo el año, incluso desde el pasado mes de octubre dejaron de recibir figuras del Niño Dios porque en el taller ya no hay lugar y el tiempo ya no les alcanza para entregarlas antes de la Navidad.
María Guadalupe y Vicky son concuñas y fueron sus esposos quienes las enseñaron a trabajar con yeso, porcelana, resina y patol, pero fue Dios quien les otorgó la paciencia, la habilidad, la destreza y el talento para poder restaurar figuras que reciben muy deterioradas y en algunos casos totalmente hechas pedazos.
Es muy bonito nuestro trabajo y nos gusta mucho, aquí la gente nos trae figuras del niño dios, de la virgen no de un santo que ya no tienen forma, son puros pedazos y cuando las restauramos, se las entregamos y vemos la expresión de la gente se siente algo muy especial, es el mejor pago que se puede recibir”… señaló María Guadalupe.
El trabajo fino y detallado que realizan María Guadalupe y Vicky ha incrementado el número de personas que acuden al Hospitalito del Niño Dios, ya no solo restauran figuras de gente que vive en Salamanca, también vienen de otros municipios como Irapuato, Valle de Santiago, Villagrán, Celaya y León, incluso reciben figuras que les envían desde Estados Unidos.
“Hay unas figuras que son mucho más laboriosas de restaurar, como la Virgen de Guadalupe o los Reyes Magos porque tienen muchos detalles, es más tardado trabajarla, pero las restauramos con el mismo gusto y con la misma dedicación, sentimos la misma satisfacción cuando las vemos terminadas”… comentó Vicky Gallardo.
Para María Guadalupe y para Vicky restaurar figuras más que un trabajo es una bendición, a diario agradecen la confianza de la gente que pone en sus manos figuras que en muchos casos tienen un gran valor sentimental.
GT