El viernes 5 de abril salimos de nuestra casa a las 17:45 Hrs, para acudir a un evento familiar, del cual regresamos 6 horas después.
Llegando vimos que nuestro portón metálico estaba disparejo, creyendo que se había cerrado mal, al abrirlo nuevamente vimos que estaba chueco, como si algo lo hubiese vencido.
Al entrar, subió mi esposo primero y enseguida yo vi que en el estudio de la computadora estaban abiertos los cajones y uno que tiene chapa que ni llave tiene, lo arrancaron.
Voy a mi recámara y sale a mi encuentro mi esposo y me dice “se metieron a nuestra casa”, ven a ver, y qué impacto más enorme, ver todo tirado y vaciado, cajitas, alhajeritos, cajones abiertos, y enseguida vimos que forzaron una chapita del clóset del vestidor donde teníamos las alhajas, que me dejó mi papá y mi mamá, el ahorro de mi hija que por la inseguridad de su colonia, me lo acaba de traer a guardar, producto de su trabajo y esfuerzo.
También unos dólares que nuestro hijo menor ganó yendo a trabajar los veranos de sus vacaciones a Nueva York.
Cabe mencionar, que la colonia Lomas del Campestre tiene seguridad desde hace 13 años aproximadamente, a través de la Asociación de Colonos. Se logró que el Municipio apoyara con vigilancia de Policía Municipal, a cambio nosotros aportaríamos una proporción de sus sueldos, así como los insumos que se requerían, motocicletas, radio, etc.
Desde la anterior Administración, nos retiraron este apoyo, por lo que se contrató a una seguridad privada, Sertec, hace 2 años; y hace 6 meses se nos otorgó el permiso para el cierre “parcial “ de la colonia con macetones en casi todos los accesos, para impedir la entrada de automóviles, no obstante pueden pasar bicicletas, motos y el uso peatonal ya que no se nos permitió poner herrería para poder tener el control peatonal, que cada día es más necesario, casi indispensable, y por otro lado la salida de la colonia no la tenemos controlada, y por lo mismo entran algunos vehículos en sentido contrario, evitando así pasar por la pluma.
Así que los ladrones, nadie los vio entrar ni salir de nuestra casa ni de la colonia, a pesar de la vigilancia que existe.
En cuanto nos dimos cuenta, llamamos a los vigilantes que sí se presentaron en menos de 5 minutos, ya que la colonia tiene 7 avenidas solamente. Enseguida vino una patrulla de Policía Municipal, a constatar el robo y nos orientó para hacer la denuncia.
No pudimos conciliar el sueño el sábado, tristes y paralizados por el miedo, no nos movimos de nuestro hogar. Ya el domingo, al enterarse nuestros hijos -que no se encuentran trabajando y estudiando en la ciudad- nos motivaron.
Fue así que presentamos la denuncia en el Ministerio Público, donde nos dieron un muy buen trato, de forma inmediata, enviando enseguida a sus agentes a ver los daños y hacer la cuantificación del robo de joyas y dinero, e investigar el modus operandi de los rateros. Dicha investigación sigue en curso a cargo del Ministerio Público.
A partir de ahí nuestra rutina cambió. Nos robaron la paz, la alegría, la confianza en la gente. Da mucha tristeza e impotencia, luchar contra los que delinquen, en 10 minutos si acaso, se llevan lo que tú hiciste a lo largo de más de 40 años. No se vale.
Que se lleven el patrimonio, que tus hijos han hecho con el producto de su trabajo, de verdad es una vergüenza que abusen de esta manera.
Invito a las autoridades que reconozcan que la delincuencia está fuera del control, que ya han sido rebasados y que permitan, que a través de las asociaciones de colonos se puedan mantener las colonias restringiendo el control del acceso, tanto de la entrada como de la salida. Ya que esto nos ayuda a todos, por el bien del municipio y de las asociaciones de colonos que estamos bien constituidos, dentro de la ley.
Que en lugar de los macetones, nos permitieran -como se había solicitado- poner reja para el control del acceso peatonal.
Finalmente, les sugiero a todos los ciudadanos que protejan sus intereses, que seamos buenos vecinos. Que si vemos alguien sospechoso, inmediatamente dar aviso; cuidarnos entre nosotros.
Así apoyándonos, también colaboramos con la seguridad de nuestra ciudad.
Denunciar, no hacer desidia, o creer que en nada ayuda. Confiar en nuestras autoridades.
Colaboremos entre todos por un bienestar social, y sana convivencia.
Gracias al periódico AM por abrirnos las puerta para compartir nuestra experiencia.
El propósito es ayudar y prevenir.
Atentamente, los afectados.