La receta médica es el documento médico legal por medio del cual los profesionales de la salud legalmente capacitados prescriben la medicación al paciente para su dispensación por parte del farmacéutico.
Emiten recetas médicas los médicos, homeópatas, cirujanos dentistas, médicos veterinarios, pasantes en servicio social, enfermeras y parteras. Estos profesionales deberán contar con cédula profesional expedida por las autoridades educativas competentes. Los pasantes, enfermeras y parteras podrán prescribir ajustándose a las especificaciones que determine la Secretaría de Salud.
Los elementos básicos de la receta, como el nombre del profesional que las prescribe y la descripción del tratamiento, están regulados por la ley y reglamentos específicos. Además, para evitar errores en la interpretación, la prescripción debe ser: clara, legible y sin abreviaturas, para proteger la seguridad del paciente.
Existen dos tipos de recetas médicas: 1) Ordinaria, para la mayoría de los medicamentos y 2) Especial, con código de barras bidimensional o código de barra lateral autorizados exprofeso por la Secretaría de Salud, utilizadas para prescribir estupefacientes, con medidas de control y seguridad estrictos de la Cofepris.
En México, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de régimen ordinario y el SS-IMSS-Bienestar emiten 456 mil consultas médicas por día, sin embargo, debido a las políticas institucionales, a la gran mayoría de los pacientes se les genera más de una receta médica -en promedio tres- resultando en un millón 366 mil 752 recetas emitidas al día.
De cada receta se hacen mínimo tres copias -paciente, expediente médico y farmacia- haciendo un total de cuatro millones 100 mil formatos al día, sin considerar los reportes y concentrados que se generan operativamente día a día en las farmacias institucionales, lo que genera un gasto operativo considerable para la institución. Si consideramos que cada formato pueda llegar a tener un costo de $0.05, se traduciría en un gasto anual para la institución de 75 millones de pesos.
El pasado jueves, después de trabajar varios meses en conjunto con organizaciones como la Asociación Health Tech México, Funsalud y muchas más, presentamos una iniciativa para integrar la “receta médica electrónica” en el Sistema Nacional de Salud.
La migración a un modelo automatizado de prescripción, dispensación y control de los medicamentos recetados, genera una serie de beneficios sobre el modelo tradicional para las diferentes instituciones de salud en México, como lo son: Autentificación del profesional de la salud que expide la receta; evita la suplantación de identidad; elimina la emisión de recetas médicas apócrifas; permite mayor seguimiento clínico en la prescripción del paciente; da a visibilidad del momento de la prescripción y del momento de dispensación del medicamento para mayor control y seguimiento al tratamiento del paciente; elimina problemas de legibilidad de la receta médica; da seguimiento a la dispensación parcial de recetas médicas; evita el doble o triple surtimiento de la receta médica en diferentes farmacias para antibióticos y medicamentos controlados; facilita el resurtimiento de recetas para pacientes con padecimientos crónico degenerativos o con medicación a mediano o largo plazo.
Genera mayor control en la dispensación y auditoría de antibióticos, medicamentos controlados y de uso general; mejora la previsión de la demanda de medicamentos en las instituciones de salud con base en la prescripción y dispensación real; facilita el manejo de reportes, indicadores y manejo de información en tiempo real de la dispensación en las farmacias, la cual es requerida por la Cofepris y otras instituciones rectoras; disminuye considerablemente el uso de papel y el gasto asociado a este.
Adjuntamos además en la iniciativa buenas prácticas y resultados exitosos del uso de la receta electrónica en países como España, Reino Unido, Portugal, Australia, Chile, Costa Rica y Argentina, mejorando la seguridad en la prescripción, dispensación y control de la medicación.
En México existen hoy muchas instituciones que ya cuentan con capacidades de prescripción electrónica, o por lo menos manejan sistemas de expedientes electrónicos para mejorar la gestión clínica y administrativa de la atención a su población de responsabilidad. Sin embargo, la práctica de prescripción electrónica no se ha extendido a gran escala.
Por ello, proponemos adicionar y reformar la Ley General de Salud para que las recetas puedan expedirse de manera electrónica por los profesionales de la salud legalmente facultados para ello, y en el ámbito de sus respectivas competencias, para su surtido por una farmacia o establecimientos del Sistema Nacional de Salud.
Me gustaría enfatizar que suscribimos esta iniciativa legisladores y legisladoras de todos los partidos políticos. Se ubicó un punto de encuentro que tendrá, de ser aprobada, grandes beneficios de salud, seguridad, calidad de la atención y economía. Les mantendré informados.
La iniciativa puede ser consultada en: https://bit.ly/3Ydeoak
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