“La barda nos quita chamba”, dicen los comerciantes que se ubican en las inmediaciones de la parroquia de la Asunción en Pachuca, luego de la construcción de un muro perimetral que impide el paso al atrio de la iglesia.

Para estas fechas decembrinas regresaron los puestos ambulantes a las inmediaciones de la parroquia de la Asunción de María, enclavada en el centro de Pachuca, entre los mercados Benito Juárez y el Primero de Mayo.

Sin embargo, a decir de las y los comerciantes, la barda perimetral que se construye en el atrio de la iglesia merma sus ventas, además que les quitaron un espacio que por tradición tenían, comentaron.

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Ahora, los puestos los colocan en la banqueta y dejan poco espacio para maniobrar a los peatones que caminan por la zona, quienes no tienen otra opción que fijarse en que no circule ningún automóvil para pasar entre los puestos y la calle.

Tal situación, a decir de las y los vendedores ambulantes, ocasiona una reducción en sus ventas, pues consideraron que “la gente, o se fija de no ser atropellada, o ve qué mercancía ofrecemos”, señalaron.

ESPERAN RECUPERAR ALGO DE LO PERDIDO

En entrevista con AM Hidalgo, una mujer que vende artículos navideños en la zona aseguró que solamente se conforma con recuperar un poco de todo lo que ha perdido en estos años de pandemia.

Además, señaló que la alcaldía capitalina ha impedido colocar puestos en la plaza de la Constitución, lo que también ha mermado sus ganancias y, por ende, su economía familiar.

Hasta ahora, no tienen certeza de hasta cuándo el ayuntamiento les permita permanecer en el lugar, pero la mujer dijo esperar que pal menos puedan vender durante todo este mes para llevar recursos a casa.

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