Muchos años antes de la existencia de Sapal o de su antecesora, la Junta Federal de Agua Potable y Alcantarillados de León, ¿cómo extraían y se abastecían de agua los primeros leoneses?
La respuesta a esta interrogante nos lleva a retroceder 446 años y a ubicarnos en esta zona del Bajío, cuando era poblada por los estancieros, dueños de establecimientos ganaderos y agrícolas.
De acuerdo con Luis Alegre Vega, cronista municipal, antes de ser la ciudad de León, era la Estancia de Señora en el Valle de Señora, y no fue hasta 1576 que se convertiría en la Villa de León con sus dos principales arroyos.
“Para que se fundara la Villa de León tuvieron que pasar dos circunstancias, una es que corren dos brazos de agua: el arroyo Mariches, que bordea el cerro en donde está Bella Vista y la Arbide, que corre agua todo el año.
“Y el Machigües que concentra y regula 64 arroyos que bajan del norte y son como el drenaje pluvial de la sierra y de todo este valle. Y en medio hay un ojo de agua que va a durar siglos”, recordó Alegre.
En la antigüedad, las casas tenían en la parte de atrás una huerta, en donde perforaban un pequeño pozo con una profundidad de 8 a 15 metros y extraían el agua.
“Y si no tenías un pozo, siempre hubo aguadores que llevaban el vital líquido hasta tu casa, ya fuera en tinajas o cántaros”, mencionó Alegre Vega.
De 1898 a 1947 se delegó la responsabilidad de la entrega de agua a un “jefe de aguas” o un “plomero de la ciudad”, que tiempo después evolucionó hasta convertirse en las primeras oficinas de aguas que tuvieron los leoneses.
Sin embargo, comienza a haber dos graves problemas: no hay agua suficiente y todo el sur de la Villa de León se inunda cada vez que el agua baja de la sierra.
“Es a finales del siglo XIX, que los ojos de agua se van a secar y en 1897 hay una crisis en la ciudad, porque no saben de donde van a sacar el líquido para sobrevivir y toman la decisión de perforar pozos”, contó el cronista.
“En Presidencia hacen un pozo de más de 300 metros, que se llama pozo artesiano, lo pasan a la plaza, y es la primera fuente pública que hay para sacar el agua. Y después ponen el ‘Pozo del Barrio’ y el ‘Pozo de Santiago’”, explicó Alegre Vega.
El agua que se extraía tenía que ser hervida para poder tomarla o se usaba un sistema de barro para potabilizarla.
Y es hasta 1947 que se crea la Junta Federal de Agua Potable y Alcantarillados de León. Para 1970 se regula el agua en los pozos y se establece un sistema de hidrantes.
Ya en 1980 León se vuelve la primera ciudad en hacerse responsable del manejo de las aguas negras y el tratamiento de aguas residuales.
Finalmente, El 5 de marzo de 1982 por decreto gubernamental se instaló el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León.