A los 84 años de edad falleció el Presbítero J. Jesús Salazar Álvarez. Este lunes se celebró una misa de cuerpo presente en el Templo Expiatorio, donde vivió los últimos 44 años.
Conocido como el “Padre Chuchín” fue muy querido por la comunidad católica. En su trayectoria destaca haber participado como el ceremoniero en la celebración eucarística que el Papa Benedicto XVI ofició en la Catedral Basílica de León en el 2012.
La Arquidiócesis de León informó que el Presbítero falleció este fin de semana por problemas de salud, pero no especificaron de cuáles se trataba.
El sacerdote nació un 14 de agosto de 1938 en San Luis de la Paz y se ordenó un 21 de junio de 1968. Egresó del seminario a los 14 años de edad y fue 16 años después cuando se ordenó.
“Era un gran devoto de Santa María de Guadalupe, su tesis doctoral fue sobre su culto”, se dijo por parte de la Arquidiócesis de León.
En el 2018 el periódico AM publicó una entrevista donde se resaltó que fue uno de los pocos sacerdotes en León que tuvo la fortuna de conocer a cinco Papas.
La celebración de cuerpo presente fue el pasado lunes a las 4:00 de la tarde y estuvo a cargo del Monseñor Alfonso Cortés.
El padre “Chuchín” estudió en Roma, donde se graduó del doctorado en liturgia, siendo el primero en América Latina en obtener este título. Allí conoció al Papa Pablo VI y años más tarde tuvo la oportunidad de estar presente en su funeral.
También saludó en un par de ocasiones a Juan Pablo II y tiempo después recibió en la Catedral de León a Benedicto XVI. Finalmente en el Vaticano se encontró con su Santidad Francisco.
“Yo trabajaba en uno de los archivos del Vaticano y ahí me encontré con el Papa. Ya había venido por primera vez a México, pero no conocía todo el Vaticano y ese día fue al Archivo y tuve la fortuna de saludarlo, me presentaron como el Padre mexicano y el Santo Papa Juan Pablo II me preguntó que qué hacía en Roma”, contó en entrevista el Sacerdote en el año 2018.
En sus periodos vacacionales como estudiante tuvo la oportunidad de viajar a Alemania donde trabajó siete veranos para una empresa automotriz. Durante su vida aprendió a hablar francés, italiano, alemán y latín.
En la entrevista antes mencionada, contó que su vocación nació desde pequeño ya que tenía mucho acercamiento con la Iglesia porque su papá, Isidro Salazar, trabajaba con el señor cura de San Luis de la Paz.
“Fue educador en el Seminario Diocesano. Él organizó, por parte de la diócesis, toda la parte litúrgica durante la visita del papa Benedicto XVI a México”, comentó su Arquidiócesis .Los últimos 40 últimos años permaneció viviendo en el Templo Expiatorio, donde celebraba misa periódicamente y donde será recordado como un padre servicial. Descanse en paz.