Pelé fue sepultado este martes en la ciudad a la que convirtió durante años en una capital futbolística del mundo, lo que marcó el final de los funerales del astro cuyo deceso enlutó a millones de aficionados dentro y fuera de Brasil.
Pelé yace ya en Santos, la ciudad en que creció y se volvió famoso. Se ofició una misa en el estadio antes de que un camión de bomberos llevara el féretro por las calles hasta un cementerio cercano.
A la llegada del cortejo al cementerio, bandas de música interpretaron la canción oficial del club Santos y un himno católico. Poco antes, los asistentes corearon temas de samba que le gustaban a Pelé.
No asistió al funeral ningún reconocido futbolista activo o retirado de Brasil.
“¿Dónde está Ronaldo Nazario? ¿Dónde está Kaká? ¿Dónde está Neymar?”, preguntó Claudionor Alves, de 67 años y quien trabaja en una panadería próxima al estadio. “¿Piensan que ellos serán recordados como Pelé? Estos tipos no quisieron suspender sus vacaciones. Ése es el problema”.
Geovana Sarmento, de 17 años, esperó durante tres horas en la fila para darle el adiós al cadáver de Pelé. La joven llegó junto a su padre, quien vestía una camiseta de la selección brasileña con el nombre de Pelé.
“No soy aficionada del Santos, ni mi padre lo es. Pero este jugador inventó a la selección nacional de Brasil. Fortaleció y engrandeció al Santos. ¿Cómo no respetarlo? Es una de las personas más grandes de la historia y debemos honrarla”, explicó.
En las décadas de 1960 y 1970, Pelé fue quizás el deportista más famoso del mundo. Se reunió con presidentes y monarcas, y una guerra civil en Nigeria entró en una pausa para que los combatientes pudiesen verlo jugar. Muchos brasileños consideran que colocó a su país por primera vez en el escenario mundial.
Numerosas camisetas con el 10 de Pelé fueron colocadas detrás de uno de los arcos y se agitaban con el viento veraniego. Una parte de la grada se llenó con ramos de flores de los asistentes o enviados por clubes y figuras del futbol desde todo el mundo. Por los altavoces, sonaba la canción “Eu sou Pelé” (Yo soy Pelé), grabada por el propio ídolo brasileño.
Los asistentes eran en su mayoría lugareños, aunque algunos viajaron desde lejos. Muchos eran demasiado jóvenes para haber visto jugar a Pelé en vivo. El ambiente era distendido y quienes salían de la cancha, equipados con camisetas del Santos y de Brasil, iban a bares próximos.
“Nunca lo vi jugar, pero amar a Pelé es una tradición que se transmite de padre a hijo en Santos. Aprendí su historia, vi sus goles y entiendo que Santos es importante porque él es importante”, relató Claudio Carrança, un vendedor de 32 años. “Sé que algunos aficionados de Santos tienen hijos que apoyan a otros equipos, pero es solo porque nunca vieron a Pelé en acción. Si lo hubieran visto, sentirían esta gratitud que siento yo ahora”.
Pelé luchaba contra un cáncer de colon desde 2021. El centro médico donde estuvo hospitalizado informó que falleció a causa de una insuficiencia orgánica múltiple como resultado del cáncer.
A lo largo de su sobresaliente carrera, Pelé llevó a Brasil a conquistar las Copas del Mundo de Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970. Sigue siendo el máximo goleador de la selección con 77 tantos, una cifra igualada por Neymar en el reciente Mundial de Qatar.