El 28 de octubre sicarios fracasaron en su intento de asesinar a Ovidio Guzmán en el Cheesecake Factory de Plaza Delta, en Plaza Delta debido a la gran cantidad de gente presente en el lugar.

León, Guanajuato.- Ovidio Guzmán, conocido como “El Ratón”, había sido objetivo de una orden de asesinato por parte de sicarios contratados por un miembro del Cártel de Sinaloa conocido como “El Flaco”.

Los sicarios, originarios de Tijuana, Sinaloa y Sonora, llegaron a la Ciudad de México entre el 14 y 15 de octubre y comenzaron a seguir a Guzmán, detectando sus movimientos y adquiriendo información sobre su ubicación y rutina diaria.

Sin embargo, el 28 de octubre fracasaron en su intento de asesinarlo en el Cheesecake Factory de Plaza Delta debido a la gran cantidad de gente presente en el lugar.

Según un informe de inteligencia de la Marina y la Sedena, los sicarios tenían órdenes de no causar daños a terceras personas y optaron por seguir a Guzmán, pero su desconocimiento de las calles de la Ciudad de México provocó que lo perdieran de vista.

Posteriormente, Guzmán fue alertado y regresó a Culiacán. Los sicarios fueron detenidos por la Marina y en sus teléfonos móviles se encontraron imágenes y conversaciones con “El Flaco”, así como fotos de Guzmán, sus vehículos y escoltas.

Los mensajes también revelaban que los sicarios habían “palmeado” la camioneta de Guzmán y se dieron cuenta de que estaba altamente blindada, por lo que decidieron tratar de asesinarlo de cerca.

La violencia generada por el narcotráfico en México ha sido un problema durante décadas y ha dejado un alto número de víctimas inocentes.

Aunque el gobierno ha implementado medidas para combatir el tráfico de drogas y la violencia asociada, el problema sigue siendo una grave amenaza para la seguridad del país.

La lucha contra el narcotráfico ha sido una prioridad para el gobierno de México, y ha llevado a cabo operativos para detener a importantes líderes de cárteles y reducir la producción y tráfico de drogas.

Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el problema sigue siendo una amenaza para la seguridad del país.

La violencia generada por el narcotráfico ha dejado un alto número de víctimas inocentes, y es importante seguir trabajando en la prevención y el combate al tráfico de drogas para proteger a las personas y mejorar la seguridad en el país.

(Con información de El Universal). 

HEP 

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