Ciudad de México.- La décima Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN), que se realizará en Ciudad de México el próximo martes, ofrece una oportunidad para recomponer una deteriorada relación con Canadá, consideró María Cristina Rosas, especialista de la UNAM.
En conferencia virtual, indicó que la relación entre México y Canadá, que inició oficialmente apenas en 1944, ha estado marcada históricamente por la incomprensión, la lejanía geográfica y la retórica.
La expresidenta de la Asociación Mexicana de Estudios sobre Canadá señaló que el relativo redescubrimiento mutuo en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y los mayores vínculos en materia de comercio, inversión y turismo hacen parecer a la relación más fuerte y sólida de lo que realmente es.
“A diferencia de Estados Unidos, con los que tenemos tres temas torales, que son migración, comercio y seguridad, con Canadá tenemos una agenda desdibujada, no hay una agenda clara”.
Y en años recientes, advirtió, se han producido al menos tres puntos de viraje que han deteriorado fuertemente la relación entre México y Canadá.
En 2009, recordó que el gobierno conservador de Stephen Harper decidió imponer visas a los turistas mexicanos.
“El argumento del Primer Ministro fue que los mexicanos viajaban a Canadá para tomar ventaja de manera desleal de las políticas de asilo y refugio. Esto provocó una crisis política de gran envergadura que de hecho destruyó el entendimiento político que existía entre los dos países”, abundó
“El problema de los visados se prolongó durante 7 años y llegó a su fin gracias a la Cumbre de Líderes de América del Norte de 2016, que se llevó a cabo en Canadá (Enrique) Peña Nieto puso como condición para asistir que llegará a su fin el tema de las visas, y así fue (…) Y aparentemente, con la decisión de (Justin) Trudeau de eliminar las visas, se inicia un proceso de reconciliación”.
Pero llega Trump, quien, entre otras cosas, cuestionó severamente al TLCAN y forzó la negociación de lo que terminaría siendo el T-MEC.
“La negociación inicia con un compromiso de México y Canadá de trabajar codo a codo para poder conseguir condiciones apropiadas”, explica Rosas.
“En agosto de 2018 México y EU anuncian el fin de la negociación del T-MEC, sin Canadá. De hecho Trump dijo en conferencia de prensa ‘e invitamos a Canadá, si así lo desea, a adherirse a los términos del T-MEC’. El enojo de Canadá con México fue que había prometido ir codo a codo y de repente se desprendió de este compromiso”.
Y finalmente, indica, el tema del clima de inversiones.
Para Canadá sí ha resultado preocupante el tema de de la reforma energética (…) También el tema de la inseguridad, de la violencia desmedida, violaciones a los derechos humanos, feminicidios, desaparecidos, asesinatos de periodistas”
A pesar de que Trump ya no es presidente de EU, lamenta, no se han registrado acercamientos, ni la gestión política y diplomática con Canadá para practicar una “operación cicatriz”.
“Esperaríamos que en la reunión de López Obrador con Trudeau (el próximo miércoles) se intentará avanzar en la operación cicatriz y que estos temas que han enturbiado la relación bilateral pudieran ser solventados”, indicó.
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