París.- La primera ministra francesa Elisabeth Borne presentó el martes una polémica reforma al sistema de pensiones que busca retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030, lo que ha suscitado fuertes críticas y convocatorias de protestas por parte de opositores de izquierda y sindicatos.
Durante una conferencia de prensa en París, Borne dijo que la edad mínima para la jubilación para tener derecho a una pensión completa se incrementará gradualmente en tres meses cada año, a partir de este año, en conformidad con una vieja promesa del presidente Emmanuel Macron.
Además, la gente deberá haber trabajado por al menos 43 años para recibir una pensión completa, a partir de 2027, señaló Borne.
“Trabajar más permitirá que los futuros jubilados reciban pensiones más altas”, comentó.
“Para 2030, nuestro sistema estará financieramente equilibrado”, añadió.
Aquellos que empezaron a trabajar antes de los 20 años podrán jubilarse anticipadamente, explicó Borne. Categorías específicas de profesiones, como agentes de la policía y bomberos, también podrán jubilarse antes.
El gobierno argumenta que los franceses viven más que antes y, por tanto, necesitan trabajar más tiempo para que el sistema de pensiones sea financieramente sostenible. Todos los trabajadores franceses reciben una pensión estatal.
Los sindicatos de trabajadores de centro-izquierda y de extrema izquierda expresaron unánimemente su desaprobación a los cambios propuestos tras las conversaciones mantenidas con Borne la semana pasada.
Algunos están a favor de un aumento de las cotizaciones pagadas por los empresarios.
Los ocho principales sindicatos planeaban reunirse el martes para fijar la fecha de una primera jornada de protesta contra los cambios en las pensiones.
También se esperaba un acalorado debate en el Parlamento.
La alianza centrista de Macron perdió su mayoría parlamentaria el año pasado y la mayoría de los partidos de la oposición se oponen a los cambios.
Los legisladores de Macron esperan poder aliarse con miembros del partido conservador Los Republicanos para aprobar la medida. De lo contrario, el gobierno podría recurrir a un poder especial para forzar la aprobación de la ley en el Parlamento sin someterla a votación, al precio de muchas críticas.
La reforma de las pensiones es una promesa electoral de Macron, que no logró aplicar una medida similar durante su primer mandato. La propuesta desató entonces huelgas y protestas en toda Francia, antes de que la crisis del COVID-19 llevara al gobierno a posponer los cambios. Macron fue reelegido para un segundo mandato el año pasado.
JFF