Cumbre en Norteamérica
Me llamó la atención esta semana la respuesta de muchos de los medios de información nacionales a la reunión que sostuvieron en la capital del País los presidentes de Estados Unidos, México y el Primer Ministro de Canadá.
La buena relación entre los mandatarios, manifiesta en imágenes de cercanía que hace muchos años no veíamos, y la ausencia de choques evidentes entre los líderes y sus equipos de trabajo durante la cumbre, me llevó a tener la impresión de que había sido un encuentro exitoso.
Cierto que luego supimos que varios temas espinosos habían quedado planchados de antemano, como corresponde; que vimos polémicas como la del aterrizaje del Air Force One en Santa Lucía y tuvimos el remate insólito -para los mexicanos…no tanto-. de la actitud de López Obrador en la conferencia de prensa final, con su respuesta de 28 minutos que lo hizo merecedor a que la prensa internacional lo bautizara como “AMLOng”.
El caso es que la ‘opinión publicada’ mantuvo su escepticismo. Una buena muestra fue el tratamiento de los medios a la propuesta mexicana de fortalecer la sustitución de importaciones, que dio lugar a todo tipo de críticas e ironías en el sentido de que López Obrador vive anclado en el pasado -lo que en muchos temas es evidente-, pero que acabó reflejada en el documento final e incluso ahora se interpreta -por gente tan seria como Enrique Quintana– como una consecuencia lógica del mentado nearshoring impulsado por la pandemia y el enfrentamiento de Occidente con los chinos.También llama la atención que la propia prensa norteamericana hizo en general un balance más amable del encuentro trilateral, aunque como en el caso del Times, advierte que falta ver si los abrazos de la reunión no se convierten en los ‘balazos’ de los paneles contenciosos.
Tal vez esta respuesta de los medios sea una muestra más del clima de enfrentamiento con un Presidente que una y otra vez lanza contra ellos ataques sin precedentes y muchas veces, como hemos visto en el caso de AM, sin fundamento, una situación a la que se refirió nuestro Director durante la semana. Curiosamente, dos de los analistas más críticos de AMLO reconocieron el éxito de la cumbre: el propio Ciro Gómez Leyva y Joaquín López Dóriga, aunque ambos vaticinaron que el propio Presidente diluiría los resultados para no darle argumentos a la precandidatura de Marcelo Ebrard en detrimento de su corcholata preferida, Claudia Sheinbaum, quien además tuvo una semana endemoniada.
Con ellos, no
No sobraría referirse al Metro, donde fue llamativo ver cómo la versión del sabotaje, que comenzó entre medios las voces afines a la 4T, se convirtió en la versión oficial y llevó a la decisión de desplegar a la Guardia Nacional en las estaciones del sistema. Tampoco estaría mal hablar de lo que ocurre en Coahuila, en un proceso que algunos ven como el ‘huevo de la serpiente’ que podría mostrar lo que le pasaría a Morena con la sucesión presidencial, advertencia que hacen incluso muchas voces cuya fidelidad a la 4T está más que probada.
Pero ya puestos a equilibrar con alguna crítica mi percepción del éxito diplomático del gobierno federal, prefiero referirme a lo que vimos en nuestras calles esta semana. Ha sido inexplicable para muchos ver cómo funcionan mal algunos asuntos durante esta administración, incluso algunos que mantenían antes una operación razonable, como es el caso del SAT.
Pero lo que hacen con los adultos mayores para cobrar su pensión es intolerable. Creo que afectan mucho más la imagen del Gobierno las colas y testimonios de quienes tienen que llegar de madrugada y esperar por horas (y a veces se van con las manos vacías), que los doctos cuestionamientos acerca del derroche que suponen los programas sociales.
Veo que además de la ineficiencia que caracteriza a la 4T (aquí seguimos, otra vez los adultos mayores, a la espera de que haya más vacunas contra COVID), priva una imposición que resulta intolerable. Entre mis propios amigos he sabido de dos casos (los de sus mamás), que cobraban sin problema su pensión en un banco privado y ahora han batallado por la decisión de concentrar el proceso en los bancos del bienestar, lo cual no sería una medida cuestionable si el proceso no se tradujera en atormentar a una población tan vulnerable y a la cual, con irreprochable solidaridad, buscan proteger.
¿Qué ver, qué leer?
Entre los saldos que dejó para mí la captura de Ovidio Guzmán está el descubrimiento de la obra de Benjamin T. Smith y, particularmente, su libro “La droga. La verdadera historia del narcotráfico en México”. (Debate Penguin Random House).
El texto de este historiador de la Universidad de Warwick, Reino Unido, que comencé a leer esta semana, es un profundo análisis de las fuerzas que convirtieron al tráfico de drogas, que fue durante más de un siglo un asunto anecdótico en México, en un comercio de alcance mundial y en la mayor amenaza para la estabilidad de nuestro País.
Su análisis, que va mucho más allá de los grupos delictivos y desmenuza el papel de las autoridades de seguridad, de México y Estados Unidos, es una aportación fundamental para entender cómo creció este mal que nos atormenta. El libro está disponible en todas partes, te lo recomiendo sin reservas.
MCMH