León, Guanajuato.- José María Napoleón llegó visiblemente consternado a la entrevista con los medios antes del Palenque de la Feria de León, era la primera vez que veía a un artista quebrarse.
Una de las bondades de este trabajo es que te permite conocer la parte más allá del artista, humano y todas sus emociones -ya sean rabietas o lo que sea-.
Escribo esto porque la entrevista con Napoleón ha sido de las más llegadoras que he tenido, así que creí prudente compartir sus consejos de vida para ustedes.
Napoleón salió impecable a su última cita: traje a la medida, cinturón reluciente y sus zapatos bien boleados, además de un aroma a loción.
La primera pregunta fue contundente. ¿Cómo vive su retiro? “Es terrible”, -dijo certero y con ojos cristalinos-. “La verdad, es lo que he hecho toda mi vida. Quiero retirarme pudiendo hacerlo, y no esperar a no poder hacerlo”, agregó.
Eso se me quedó grabado.
Bien dicen que el que no escucha consejos no llega a viejo, y Napoleón nos compartió cómo ha logrado llevar su música a otros países, torear y ahora está a punto de dedicarse de tiempo completo a la composición, además del disfrute de su relación como pareja.
Mi padre me enseñó que el que sigue y persigue le llega su momento. Todo el tiempo vives una lucha personal que tienes que llevar con mucho ánimo, dedicación y respeto”.
León ocupa un lugar muy importante en su corazón, pues aquí dejó sudor y sangre. Sus ojos se iluminaron y esbozó una pequeña sonrisa.
“Para mí León es una ciudad de gente trabajadora, honrada, con gente preciosa, no lo digo por ganarme nada. Hacen zapatos fenomenales, tengo un agradecimiento increíble. Toreé en esta plaza, logré ser matador de toros, 117 novilladas y 57 corridas de todo”.
Napoleón lucía sus canas orgulloso, sus ojos con muchísima historia y el consejo siempre fue hacer lo que uno quiere, darle sabor a esta vida, porque en un parpadeo, puede llegar tu retiro.
“Dejo el ejemplo de lucha, respeto, trabajo, tantas cosas que no se pueden comprar con dinero”.
“Quiero llevarme el mejor recuerdo, quiero que la gente se quede con el mejor recuerdo de mí, siempre he caminado para lograr que el respeto prevalezca sobre todo. Los quiero mucho León y les agradezco por tanto”, se despidió Napoleón.
