León, Guanajuato.- A la feria la recuerdo no solo por su comida o porque subimos a los juegos, sino por los juguetes que se convirtieron parte de nuestras vidas y que aún sobreviven.
No me dejarán mentir, pero los que somos de la generación noventera vivimos el resplandor de los juguetes brillantes o con agüita dentro.
Ya sea un volcán multicolores, diademas de foquitos, los gusanitos, todos crecimos con el recuerdo y el olor de estos juguetes.
En mi caso, tenías que escoger entre subir a los juegos o elegir uno; como siempre le he temido a los juegos mecánicos, era fácil mi elección, así que después de que mis hermanos la pasaban en los juegos, íbamos al Centro de Convenciones -ahora Poliforum- a escoger alguno.
Durante mi actual recorrido, recordé cuando era de ley que tenías que entrar al Centro de Convenciones, o sea, no es como ahora que está distribuido en pasillos y puedes salir cuando quieras, ahí era de la fuerza entrar, parecía un laberinto que me daba miedo.
En fin, en la última visita que hice a la feria vi que sí existen esos juguetes de antaño, en un puesto medio escondido, ví que había tortugas ninja, aritos con una estrella arriba con brillantina y agua adentro, además de los clásicos perritos danzarines…lo que no encontré fue juguetes de broma, ¡ahí sí les fallé!.
Al preguntarle a los vendedores por qué el seguir vendiendo esas cosas, comentaron que el mundo de la nostalgia ha resurgido -es decir, los de los 90s ya somos padres, con más poder adquisitivo, para llevarlos a casa-. Así que fue un buen momento para revivirlos cual Toy Story, y sacarlos de sus cajas.
Se agregaron nuevas versiones, como las pelotas temblorinas, los perritos que dan vuelta, todavía había pollitos que les das vueltas y se quedan temblando.
Lo nuevo, como ya les platiqué, son los globos de leds -ya muy poco hay de helio-, además de los clásicos como Thundercats y He-Man.
Pero, si quieres revivir la misma emoción que sentí al tocarlos y recordar mi infancia, puedes buscarlos en las primeras salas de Poliforum, también vi unos cerca de la zona de comida…te va a salir una lagrimita. Bueno, me despido, pero recuerden que ya estamos en las últimas y nos vemos hasta el 7 de febrero.