León, Guanajuato.- Las risas invadieron el Teatro Manuel Doblado ¿el motivo? las dos funciones de la obra “No seré feliz, pero tengo marido” de Sylvia Pasquel quien lanzó una cátedra de amor propio a las mujeres.
El monólogo se centra en Viviana, una mujer de 25 años de casada que comparte sus dudas, peripecias, costumbres y las vicisitudes del matrimonio.
La escena inicia en su casa, con un muñeco que maneja estilo ventrílocuo, que por su gran tamaño y peso, se convirtió en un desafío que se ve, lo tiene bien dominado.
Más de mil 300 personas entre dos funciones, dejaron claro lo mucho que la quieren en la ciudad, además del acompañamiento a través de risas.
Pasquel realizó un papel de comunión con el público, pues interactuaba con él para darle cierto dinamismo; hizo preguntas picantes y sostuvo todo el tiempo el hilo de la historia, con excepción de uno que otro diálogo que quedaron a la improvisación.
Viviana compartió los consejos de abuelita, que marcaron también una pauta para convencerse de lo que primero que hay que procurar es el amor a una misma.
Tras identificarse con algunas de las mujeres en el teatro, Sylvia habló sobre las apuestas que hacen las mujeres por amor, lo que construyen más por su pareja y no por ellas.
Es una mujer que tiene 25 años de casada, que cuenta lo dulce y lo amargo del matrimonio, también comparte sus dudas: ¿Cómo hacer para mantener un matrimonio de tanto tiempo? ¿Cómo se vive el matrimonio hoy en día? ¿Qué significa?
Casi al final y tras picos de risas, reflexión, humor negro y hasta poner en la mesa la hipocresía y falta de lealtad, es que se deja en conciencia el mensaje de casarse con uno mismo, de procurar primero el amor propio al de los demás.
Con una duración de poco más de hora y media, la actriz agradeció empoderada, y refrendó su amor por su público al mostrar respeto a ellos en todo momento.
Sylvia Pasquel prometió regresar tras la respuesta del público, el que la ovacionó de pie y dejó claro lo mucho que la admiran.