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En Mineral del Monte el llamado en tiempos de campaña de Alejandro Sierra Tello decía algo así: “Por el bienestar de los del Real” y todavía se aventuraba a decir: “Ustedes me conocen… los he llamado al Rescate de Real del Monte”. El insulto al voto de los ciudadanos que lo llevaron al cargo no puede ser más ofensivo de lo que ha mostrado durante toda su administración. ¿Una disculpa pública más de un año después del agravio? Esas se dan con valor y de frente.
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¿Este es “el Real que todos deseamos y todos merecemos?” y no solo por su denigrante servicio público, el de su secretario general, su director de Seguridad Pública y el de Protección Civil, ya que el actuar de este conjunto es una práctica normalizada o ¿no recuerda la ‘disculpa pública’ que también le debe a “los del Real”? Pobladores y visitantes como el matrimonio Estrada, también el año pasado, que fueron amenazados, la esposa golpeada y además los encerraron para amedrentarlos.
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La temporada de calor y por lo tanto de sequía está ya encima, factor natural para la falta de agua y, también, por qué no decirlo, son importantes nuestras costumbres para el ahorro del líquido tan esencial para la vida, pero nada de esto exime la falta de acciones concretas en pasadas administraciones, que debieron prever este problema o se hicieron de la vista gorda para salir corriendo y jubilarse del servicio público y andar hoy, de fiesta en fiesta… ¿creciendo con quién?
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El aprendizaje se da en todas las áreas y materias, para bien y para mal, y así, para mal continúa ocurriendo en el noble sistema de normales, que solo ha tenido últimamente asignaturas para el mal, impartidas por los especialistas en ello como Taurino desde adentro, y otros alrededor, como Crisóforo, aliado y especialista en el robo y asalto de horas, nepotismo y otras asignaturas, menos la de ética, ¿en algún momento de su ‘formación académica’ la habrán cursado?
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“Renovarse o morir”, dice el dicho, y eso incluye todas las áreas a nivel de persona e instituciones, una sana depuración de lo que no funciona o de lo que nunca lo hizo, conduce al desarrollo, como la desaparición de la Secretaría de la Política Pública, que ningún beneficio directo aportó, es una poda que todo árbol necesita y en ese sentido bien vendría considerar también podar puestos y funciones que no entreguen resultados tangibles, visibles y de largo plazo. ¡Todos a trabajar!
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