Tamaulipas.- Al menos cuatro militares están bajo investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) por abatir a cinco civiles en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el pasado domingo.
Fuentes de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informaron que esos cuatro elementos, de tropa (soldados, cabos o sargentos) son parte del primer vehículo castrense que persiguió a la camioneta en la que viajaban los civiles.
En cuatro efectivos que iban en la batea como artilleros se centró la investigación de la Fiscalía General de la República, de acuerdo con los primeros indicios de balística, se indicó.
En esas camionetas operan generalmente en los patrullajes entre seis y ocho elementos, dos en la cabina (el copiloto al mando) y entre cuatro y seis en la batea.
Cuatro ya son parte de la investigación, si, todos se sometieron a las periciales, pero cuatro son los que centran la investigación”, dijo la fuente militar.
Los efectivos hasta ahora no han sido puestos a disposición, hasta que concluyan las primeras investigaciones, afirmaron.
En tanto, están fuera de sus funciones y bajo resguardo militar.
La Sedena argumentó el martes que los militares que abatieron a cinco civiles en Nuevo Laredo dispararon debido a que escucharon un “estruendo” desde la camioneta en que viajaban los ahora fallecidos.
Explicó en un comunicado que personal militar, de una Base de Operaciones desplegada en Nuevo Laredo, realizaba reconocimientos en el área urbana de ese municipio, en apoyo a la estructura de seguridad pública.
“Cuando oyeron disparos de armas de fuego, poniéndose en alerta, avanzando a la dirección donde se escucharon; posteriormente, visualizaron un vehículo tipo pick up con siete individuos a bordo, quienes se trasladaban a exceso de velocidad con las luces apagadas y sin placas”, detalló.
Añadió que los ocupantes del vehículo, al observar la presencia de las tropas, aceleraron velocidad de manera “intempestiva y evasiva”.
“Deteniendo su marcha al impactarse después con un vehículo que estaba estacionado. De esta situación, al escuchar un estruendo, el personal militar accionó sus armas de fuego; suceso que actualmente diversas autoridades se encuentran investigando para determinar la veracidad de los hechos”, puntualizó.
Derivado de los disparos de los militares, cinco jóvenes perdieron la vida, uno quedó herido y uno más resultó ileso.
La Sedena manifestó que colabora con la Fiscalía General de la República, a efecto de contribuir con las investigaciones y diligencias para la integración de la carpeta de investigación.
También dijo que se coordina y colabora con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, con el objeto de facilitar sus investigaciones, así como con las indagatorias correspondientes de la Fiscalía General de Justicia Militar, por lo que concierne a las acciones desarrolladas por parte del personal involucrado en el ámbito del fuero militar.
Indicó que existe un diálogo abierto con las familias, por conducto de la Unidad de Vinculación Ciudadana de la Secretaría de la Defensa Nacional, para brindar las atenciones que corresponden en este tipo de casos.
El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, un organismo no gubernamental, consideró que se trató de una masacre de hombres inocentes que habían salido de un antro y no estaban armados.
El hecho desató la molestia de vecinos contra los soldados que resguardaban el área del tiroteo y, ante agresiones a golpes de los manifestantes, detonaron balazos para dispersar a los inconformes.
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