Celaya, Guanajuato.- Entre solidaridad, asombroso, entusiasmo, inconformidad y hasta indignación miles de ciudadanos de Celaya fueron espectadores de la marcha del 8M en conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Fue imposible no percatarse de la enorme cantidad de mujeres que a todo pulmón gritaban todo tipo de consignas caminando desde las antiguas instalaciones de la feria, hasta llegar al Jardín Principal.
Me escapé, no pedí permiso, qué es lo peor que podría pasar. Hay mucho dolor por todas las mujeres que no están”, comentó una mesera de un restaurante que se encuentra en el bulevar Adolfo López Mateos y que tuve que observar a la distancia a los contingentes.
Por varios minutos Celaya se paralizó la ciudad para visibilizarlas y para muchos conductores no importó que tuvieran que detenerse en el tráfico con tal de dar espacio a las protestas.
Está bien, nos toca esperar, incluso yo hubiera querido marchar”, contó Anggie, quien está embarazada y le tocó junto a su pareja esperar a que hubiera tránsito en las calles que se cerraron.
Se suman hombres a la distancia
Aunque la marcha fue totalmente separatista, algunos hombres a la distancia decidieron sumarse a la causa.
Es importante que como hombres también seamos empáticos con las mujeres y estar con ellas en esta lucha”, señaló Jorge Chávez, quien siguió a su esposa e hijas en todo el recorrido.
Por su parte, diferentes comerciantes estuvieron con incertidumbre de saber qué pasaría, pero al final contemplaron que todo transcurrió con normalidad.
Está ching… que se manifiesten, siempre y cuando sea con respeto”, indicó una trabajadora de un local de la calle Ignacio Allende.
Ya en el Jardín Principal, muchas personas fueron sorprendidas por la llegada que retumbó con fuerza por parte de los diferentes contingentes que en total reunieron a cerca de 8 mil mujeres en el corazón de Celaya.
Vi mucha más participación que el año pasado. Cada vez está tomando más importancia esta marcha” afirmó la señora María de la Luz.
No obstante, también hubo algunos ciudadanos que desestimaron estos esfuerzos por el 8M.
Lamentablemente no creo que sea efectivo y se logre un cambio”, opinó José Luis y que se sumó a varias personas que miraron con cierta indiferencia este movimiento.
Así como los bailarines de danzón que acostumbran a ponerse en el kiosco del centro y que decidieron seguir con sus actividades mientras detrás de ellos se consumaba esta manifestación.
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