Ciudad de México.- Diputados de oposición afirmaron que las movilizaciones de ayer en distintas ciudades del País en apoyo a elementos militares evidencian que la simpatía del presidente Andrés Manuel López Obrador no está con el soldado raso sino con la cúpula militar.
En entrevista por separado, informaron que solicitarán al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, una explicación sobre los presuntos actos de espionaje cometidos por la dependencia a su cargo.
El vicecoordinador del PAN, Jorge Triana, señaló que las movilizaciones en apoyo a las Fuerzas Armadas dejaron claro que la cercanía del Presidente no es con el pueblo uniformado sino con la cúpula del Ejército.
Triana lamentó que mientras esto pasa, la tropa, los soldados y los marinos no sólo vivan en la precariedad sino que sean víctimas de abuso, al punto en el que se consideran abandonados por el jefe del Ejecutivo federal.
“Las movilizaciones en apoyo a las Fuerzas Armadas desnudan al Presidente. Ahora queda claro que su cercanía no es con el pueblo uniformado, sólo es con la cúpula militar, a la que ha consentido con contratos y negocios al amparo del poder”, indicó.
Para Triana, la militarización del País no es culpa de los efectivos de las Fuerzas Armadas sino producto del “amasiato” entre el Presidente y las cúpulas castrenses.
El domingo, militares en activo y en retiro y sus familiares marcharon en la Ciudad de México y en al menos 15 ciudades del País en protesta por la estrategia de “abrazos, no balazos”, que no les permite enfrentar con firmeza a los criminales, lo que ha provocado un gran número de soldados muertos.
El diputado de Movimiento Ciudadano, Sergio Barrera, informó que solicitará al titular de la Sedena una explicación sobre las movilizaciones del domingo, pero también sobre los presuntos actos de espionaje cometidos por la dependencia a su cargo en contra del activista tamaulipeco Raymundo Ramos.
Barrera aseguró que la estrategia de “abrazos, no balazos” no sólo no ha dado resultados, sino que hoy prácticamente tiene a la sociedad condenada a vivir cada vez con más miedo.
Agregó que si a eso se suma el secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses y el asesinato de dos de ellos en Tamaulipas y el presunto espionaje del Gobierno federal en contra de civiles, México está frente a una política de seguridad que no sólo no funciona sino que espía a los ciudadanos.
“Ahora no sólo estamos ante una política que no da resultados, sino que además se espía a las personas, y aquí la pregunta es: ¿Para qué? Y justo es por eso que en mi carácter de secretario de la Comisión de Defensa, vamos a pedir de manera respetuosa a la Secretaría de la Defensa Nacional que nos dé una explicación de ello”, señaló.
Documentos de la Sedena revelados por Guacamayas muestran que, con el conocimiento del titular de la dependencia, “una estructura militar” espió al activista Raymundo Ramos para interferir en una indagatoria en contra del Ejército por las ejecuciones extrajudiciales presuntamente cometidas por elementos militares en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en julio de 2020.
La vicecoordinadora del PRD, Elizabeth Pérez, dijo que las movilizaciones del domingo son una gran muestra de la falta de claridad respecto de donde está la actuación del Ejército.
Pérez consideró que decir que el Ejército está abandonado es una apreciación que no comparten, porque en los últimos 50 años, no ha habido otro sexenio en donde éste tenga una posición invariablemente de ventaja; no obstante, reconoció que actualmente se desconoce en dónde se administra todo el poder que el Ejecutivo le ha dado.
“Es una marcha sui géneris para defender una institución que es la que tiene, insisto, los más recursos en este País, el más poder y el más margen de acción como nunca antes se había visto, y pudiera decir que parece más bien un desacuerdo entre los mismos grupos militares internos y que, evidentemente, al Ejecutivo se la han salido de las manos”, dijo.
La legisladora lamentó que el Ejército se le está saliendo de las manos también al Presidente, que es su jefe supremo.
“Es una falta de control por quien, se supone es el jefe del Ejército, que es el Ejecutivo, y de ahí esperamos que salga algo bueno, aunque no pueda parecer que camine para allá”, afirmó.
JFF