Celaya, Guanajuato.- La Diócesis de Celaya podría contar con un segundo especialista en arte sacro, así lo dio a conocer el obispo, Víctor Alejandro Aguilar, al informar que el padre José Fernando Velázquez, de 32 años, originario de Rincón de Tamayo viajará a Barcelona, España para realizar dichos estudios.
Cabe mencionar que hasta el momento solo existe un padre con dicha especialización, que es el que se encuentra en la iglesia de Atotonilco, en San Miguel de Allende.
Monseñor resaltó que una vez que el padre Velázquez regrese podrá contribuir a clasificar, restaurar y catalogar la arquitectura litúrgica, que hasta ahora no cuenta con la atención necesaria.
En el arte sacro solo tenemos un padre que nos ayuda, ya es grande de edad, es el padre Fernando Manríquez, y necesitamos mandar a alguien para que ayude a estas labores porque al padre ya se le dificulta andar en la obra y ver cómo se están haciendo las restauraciones en los templos”, señaló.
De acuerdo con el Obispo, existen cuatro padres en la región con estudios litúrgicos, cada uno con diferente especialización, indispensables para llevar con orden las actividades eclesiásticas.
Tenemos por ejemplo el padre Andrés que está en música sacra, tenemos otros que han estudiado liturgia y nos ayudan con lo que tiene que ver en la celebración de los sacramentos: normatividad, el buen decoro y mantener el orden la liturgia; la limpieza y todo lo que implica una buena celebración de los sacramentos”, refirió.
Cinco años de servicio
Por su parte, el padre José Fernando Velázquez informó que cumplió cinco años de dar su servicio en la iglesia diocesana y ahora, en la nueva encomienda, estudiaría liturgia para especializarse en arte sacro, lo que le permitirá intervenciones en patrimonios que se encuentran en detrimento, por ejemplo el templo de La Piedad.
El Obispo destacó que aunque existe el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), especializado en normativas y técnicas, se requiere reforzar con la visión litúrgica que abone a un mejor tratamiento para el rescate del patrimonio, que a la vez representa una comunidad.
Por eso es importante unir estos puntos, porque sino por una parte, el de arte sacro sino tiene el permiso del INAH entonces tiene dificultades y el INAH con todo respeto, son arquitectos que han estudiado, pero es arte en general y necesitamos que alguien asesore en el arte sagrado que muchas veces es una visión que solo tiene la iglesia (…) Detrás de todo esto, hay fe, hay comunidad y mística”.
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