Sébastien Ogier (Toyota Yaris) volvió a encender Guanajuato con el rugir de un motor que se convirtió en el mejor de la edición 19 del Rally México.
El rey reclamó su trono y, a partir de hoy, el nombre de Sébastien Ogier se escribirá con letras de oro por su séptimo título de Rally Guanajuato, que lo acredita como el más ganador en territorio mexicano, por delante del mítico Sébastien Loeb (6 victorias).
“El carro estuvo fantástico este fin de semana y fue un grandioso Rally para nosotros y el equipo”, lanzó el francés recién terminó la ruta con tiempo de 3 horas, 16 minutos y nueve segundos.
Aunque el belga Thierry Neuville (+27.5, Hyundai i20) y el británico Elfyn Evans (+27.9, Toyota Yaris) se mantuvieron al acecho del liderato al complementar el podio, fue imposible alcanzarlo.
Lo apapachan en el Campus
A Ogier, decenas de fanáticos mexicanos lo quieren, lo apapachan y lo apoyan con pancartas, banderas y porras que, clamando por su presencia permanente, han decidido adoptarlo como un piloto de casa.
“Para mí es el hombre ideal, es el máximo campeón de aquí y lo adoramos mucho”, “¡Sébastien, te amo! ¡Aunque mi esposo esté aquí”, le gritan en el Rally Campus, a donde vuelve tras los duros tramos dominicales.
En la última jornada del Rally, Ogier sólo ganó uno de tres tramos, aunque justo se aplicó para llevarse la victoria en la Power Stage El Brinco, lo que le da puntos extra en el Campeonato de pilotos.
Las otras victorias en las especiales del día fueron para Neuville y Evans, éste en la extenuante ruta Otates, de 35 kilómetros en caminos de León y Silao.
“El auto estuvo genial e impecable. Gran trabajo del equipo Toyota y un buen fin de semana para todos. ¡Muchas gracias, muchachos! Esta victoria es para mi amigo, Tim, a quien perdí no hace mucho”, añadió Ogier sobre la victoria, que por cierto es la primera que alcanza en México con Vincent Landais como navegante.