Aquella lealtad que alguna vez se juró en distintas disciplinas deportivas por parte de los atletas de alto rendimiento, se ha esfumado casi por completo.
Como efecto dominó cualquiera, el beisbol no ha sido la excepción, y en un tiempo donde las cifras son estratosféricas en los grandes contratos que se manejan en la Major League Baseball (MLB), es en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) donde una esperanza puede renacer sobre el diamante.
Siendo más específico, en esta ocasión hablaremos de uno de los nueve equipos que conforman la Zona Sur del circuito: los Bravos de León.
Buscando regresar a esas viejas épocas de gloria donde el Domingo Santana se cimentó como toda una fortaleza, un nuevo proyecto ha comenzado a armarse en este 2023 con el lema de “Un León Más Bravo”.
Sin embargo, para alcanzar aquella consolidación en el circuito veraniego y aquel ambiente de fase final que se ausentó desde hace tres años en la ciudad leonesa, creo que la organización debe apuntalar a una práctica que, por los tiempos modernos, se ha ido perdiendo: el adoptar a un jugador como el pelotero franquicia.
Los casos anteriores
Y es que, revisando un poco de la rica historia que ostenta este equipo, podríamos destacar a dos de esos añejos peloteros que construyeron un sólido legado: Francisco ‘Paquín’ Estrada y Jaime Orozco.
El legendario ‘Paquín’ militó en León por tres años, desde su arribo en 1989 hasta 1991, siendo en 1990 donde fue el protagonista de la única estrella del equipo en la LMB con la doble función de catcher y manager que terminó por maravillar y sorprender a todo el circuito.
Quien fue su compañero y también destacó es Jaime Orozco quien, durante la temporada del campeonato, completó 21 de los 27 juegos que subió al montículo para registrar un récord final de 17 victorias por ocho derrotas lapso donde, además, logró una aceptable efectividad del 2.98.
¿Quién podría ser el próximo?
Pero ahora, a más de 30 años de distancia: ¿Quién se perfila para adoptar esta posición?
Al menos para su servidor, hay cuatro candidatos sólidos para hacerlo: Jonathan Vargas, Xavier Batista, Joey Terdoslavich y Brandon Villarreal.
Cada uno de ellos ostenta números para concretarlo, iniciando con el lanzador venezolano quien demuestra gallardía, bravura y pasión cada que se sube al montículo para abrir, relevar o hasta cerrar el cotejo.
Aunque se marchó para tener una efímera aventura en China con los Fubon Guardians, el recuerdo del “Rey Batista” perduró en toda la campaña anterior tras un 2021 de 19 jonrones y 48 carreras impulsadas luego de su llegada desde Sultanes de Monterrey.
La situación es similar con “El Vaquero” quien, además, ya brilló en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) con Algodoneros de Guasave.
Dentro del desastroso 2022 que vivió Bravos, él fue uno de los que sobresalió con 21 jonrones y 76 carreras impulsadas en 322 apariciones al plato.
Por último, pero no menos importante, el caso del mexicano Brandon Villarreal es uno que demuestra un plus auténtico con una historia que motiva.
Después de su paso por los Tigres de Quintana Roo, el originario de Ciudad Obregón encontró solvencia y determinación con la novena leonesa al registrar 95 hits con 12 dobletes, tres triples, un jonrón, seis bases robadas y 36 carreras impulsadas.
¿Podrán concretarlo?
Ojalá que la organización ponga en tela de juicio este tema y encuentre a ese pelotero para sellar una fórmula que ansía el protagonismo.
Al menos por lo mostrado, cada pelotero mencionado tiene lo más importante: una enorme conexión con la afición.
A veces, regresar al pasado puede hacerte fuerte en el presente, y con este tipo de pelotero que comienza a olvidarse en el beisbol, Bravos puede aprovechar para dar un batacazo en la pelota veraniega.
¿Podremos ver algún día a un pelotero franquicia en León?
-El Dugout del Gabo.