Las moscas, esos organismos voladores, de cuerpo peludo, molestos y desagradables, no sólo por el zumbido de su aleteo, sino porque antes de pararse sobre tu comida, seguro se pararon sobre el excremento, por el que sienten fascinación, son fundamentales para la salud de los ecosistemas terrestres.
Las moscas son uno de los animales con el sentido del olfato más desarrollado, eso les permite detectar compuestos volátiles a grandes distancias y llegar hasta la fuente sin dilapidar tiempo ni energía.
Su nariz prodigiosa se localiza en sus antenas, donde hay unas neuronas receptoras olfatorias capaces de captar las moléculas que forman los olores.
En el aire se encuentran millones de partículas y compuestos químicos producidos por las actividades de realizan todos los organismos vivos que habitan el planeta y, aunque muchas de estas sustancias pasan desapercibidas para los humanos, el desarrollado sentido del olfato de las moscas, les permite detectar compuestos irresistibles para ellas.
Una vez que las moscas detectan estos compuestos volátiles, aunque estén en concentraciones bajas, sus neuronas receptoras emiten una señal eléctrica específica que va desde el axón neuronal, hasta el centro olfativo primario, lóbulo antenal.
Si para la nariz del humano, el olor a excremento puede ser desagradable, existen otros animales, entre ellos las moscas, quienes encuentran en él una fuente de alimento rica y llena de nutrientes.
¿De qué están compuestas las heces?
De acuerdo con la ABC, en los excrementos hay cuatro sustancias responsables del mal olor: indol, cadaverina, putrescina y escatol, los cuales se producen a partir de la fermentación pútrida.
Cada uno de estos compuestos se origina a partir de una degradación metabólica y puede ser causado por la presencia de bacterias o exposición al ambiente.
El escatol se produce por la degradación de la hemoglobina (proteína encargada del transporte de oxígeno a la sangre) y es asociado al olor de los gases intestinales y el motivo por el que las moscas sienten una atracción irresistible por el, es por qué les ayuda a localizar los excrementos.
Las moscas depositan sus huevos en el excremento para que las larvas se alimenten de la materia fecal que contiene gran cantidad de proteínas, minerales, grasas e hidratos de carbono.