Bajo un intenso sol que provocó temperaturas de hasta 30 grados centígrados, cientos de personas se congregaron este Viernes Santo en El Arbolito, antes barrio bravo, hoy barrio mágico.
Ahí presenciaron el viacrucis más longevo de Pachuca, que llegó a su 54 aniversario y que no fue interrumpido ni siquiera por la pandemia.
La escenificación es catalogada nacionalmente como el “Viacrucis Minero”.
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COMO EN LOS TIEMPOS BÍBLICOS
Los personajes principales vestidos a la usanza de la antigua Jerusalén, uno de ellos montado a caballo, se apostaron en el acceso principal del barrio, frente al arco que da la bienvenida a los visitantes.
Frente a la tienda vinos y licores Casa Martínez, la peluquería Nico, el almacén Neto, antes El Gato Montés y muy cerca de la histórica cantina Don Cu, se inició la procesión.
“NO ES UNA REPRESENTACIÓN TEATRAL NI EVENTO TURÍSTICO”
Antes, con excesivos realismo, golpes y empujones de por medio contra El Redentor, Poncio Pilatos se lavó las manos y se dijo inocente “de la sangre de este justo”.
Fotógrafos, camarógrafos y mucho público atestiguaron los azotes de que fue objeto Adrián Pérez Juárez, joven de 21 años que representó a Jesucristo.
Antes de iniciar la escenificación, el principal promotor, Eduardo Pichardo Monzalvo, aclaró que el Viacrucis Minero, como lo calificó la revista Geomundo, no es una representación teatral ni un evento turístico.
Tiene el propósito, dijo, de recordar el camino que recorrió el Nazareno.
EN LA HACIENDA DE LORETO
Decenas de policías estatales y municipales siguieron de cerca al contingente que al arribar a la calle de Reforma ya era una auténtica romería.
El personaje que representó a Cristo, cargando una pesada Cruz, caminó la subida de la calle Hermenegildo Galeana hasta llegar a la Casa de la Cultura, muy cerca de la Hacienda de Beneficio de Loreto.
En la ruta están entreverados los estrechos callejones Tagle, Rafael Gallo, Libertad, El Porvenir, Francisco Montes de Oca, Alejandro de Humboldt y Francisco Zarco.
Algunos vendedores callejeros principalmente de helados se colocaron lo largo del recorrido mientras que personas se protegían del sol con sombrillas.
Uno de los precursores de esta tradición del viacrucis, Enrique Pichardo Ramírez, viajó a bordo de la camioneta de sonido que narraba los pasajes bíblicos de la Pasión y Muerte de Cristo.
No fue posible la entrevista. Don Enrique saludó amablemente, extendió la mano pero no comprendió las preguntas a sus 81 años de edad.
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RECORDANDO AL MONTE GÓLGOTA
La representación culminó en el cerro del Cuixi qué hizo la vez del Monte Gólgota.
YA NO ES BARRIO PELIGROSO
Adultos, jóvenes, personas de la tercera edad y hasta niños se sumaron entusiastas para participar como actores en la escenificación.
Las nuevas generaciones quieren mantener vigente esa tradición y fomentar valores entre sus habitantes, dijo Eduardo Pichardo, organizador.
También afirma que el barrio “está más vivo que nunca”.
Porque de ser considerado un barrio peligroso o barrio bravo ahora, a partir del pasado 28 de febrero, fue declarado oficialmente “barrio mágico”.
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