Miles de migrantes deben permanecer por meses en el sur del país a la espera de que las autoridades migratorias les entreguen los permisos para poder cruzar México y llegar a la frontera con Estados Unidos

Huehuetán, México.- Miles de migrantes que marchan en una caravana llamada el “Viacrucis migrante” exigieron el lunes al gobierno federal un diálogo para que les otorguen documentos migratorios y advirtieron que, de no recibir respuesta, iniciarán protestas.

El activista Irineo Mújica, de la organización Pueblos Sin Fronteras, plantea la necesidad de dialogar con el gobierno mexicano para regularizar su situación migratoria, ya que miles de migrantes deben permanecer por meses en el sur del país a la espera de que las autoridades migratorias les entreguen los permisos para poder cruzar México y llegar a la frontera con Estados Unidos.

Mújica, quien convocó la caravana, dijo que el contingente salió el domingo de la localidad fronteriza de Tapachula con unas 3 mil personas y ha crecido en las últimas horas debido a que muchos migrantes se sumaron durante el recorrido de varios kilómetros. La movilización llegó el lunes a la población sureña de Huehuetán, estado de Chiapas.

La última gran caravana se reportó en junio pasado cuando unos 7 mil migrantes marcharon en el marco de la celebración de la Cumbre de las Américas en Los Ángeles. Desde entonces solo pequeños grupos han intentado salir de Tapachula, la ciudad que algunos migrantes consideran una gran cárcel por las dificultades que enfrentan para salir y continuar su camino en busca de la regularización.

Mújica advirtió que, de no obtener respuesta de las autoridades, iniciarán acciones de protestas entre las que contemplan bloqueos de carretera y huelgas.

“Pedimos (al gobierno) que nos echen la mano, aunque sea para los niños, aunque sea agua y comida. Que nos den autobuses, que nos ayuden a seguir”, dijo el hondureño Raúl Gómez Rodríguez.

El cubano Ariel Arias Milán exigió justicia para los 40 migrantes que murieron en el incendio ocurrido a finales de marzo en un centro de detención del Instituto Nacional de Migración (INM) de la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez.

“Protestamos por eso y que nos dejen salir (de Tapachula). Que nos dejen trabajar, vivir tranquilos. Queremos buscar nuestro futuro”, afirmó Arias Milán.

Al quejarse de las demoras de las autoridades, el migrante cubano dijo que en las oficinas de Migración y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados les ofrecían solución hasta en cinco meses.

El “Viacrucis migrante” partió el domingo de la frontera sur de México para pedir justicia por el mortal incendio ocurrido en la localidad fronteriza de Ciudad Juárez, presionar para que desaparezcan las estaciones migratorias y exigir que los militares dejen de estar a cargo del INM.

La noche del 27 de marzo un pequeño grupo de migrantes prendió fuego a un colchón para protestar por su detención en condiciones de hacinamiento y apenas sin agua en un centro del INM en Ciudad Juárez, estado de Chihuahua. El incendio se extendió y el humo cubrió las instalaciones en pocos minutos y 68 hombres se quedaron encerrados tras las rejas del dormitorio sin que los guardias hicieran nada por liberarlos, según se constató en las cámaras de seguridad.

Además de los 40 muertos por asfixia, se registraron casi una treintena de heridos, todos hombres. Un juez vinculó el sábado a proceso al jefe de la agencia migratoria mexicana en el estado de Chihuahua, un contralmirante retirado, por ejercicio ilícito del servicio público, lesiones y homicidio por la muerte de los migrantes. Todos los delitos son por omisión de sus responsabilidades, según el juez.

JFF 

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