Durante la coronación del Rey Carlos III y de la reina Camila, la gente no ha olvidado la historia de amor detrás de sus monarcas, los escándalos de infidelidad y la trágica muerte de la entonces princesa Diana de Gales.

A pesar de que han pasado más de 20 años de los sucesos que la nombraron como “la mujer más odiada del Reino Unido” por los periódicos ingleses. La reina de 75 años ha trabajado en silencio con el rey Carlos III para limpiar su nombre y mejorar su imagen pública.

Algo de conocimiento público por entrevistas que sus hijos, Guillermo, príncipe de Gales y heredero al Trono, y Enrique, duque de Sussex, es que Camila tiene una gran influencia sobre la toma de decisiones del Rey Carlos III.

Camila, del brazo de su padre, el día de su boda con Andrew Parker-Bowles, en junio de 1973. Foto: Topham/Cordon Press.

La historia de los reyes, inició a principios de los años setenta, de acuerdo con información de El País, cuando el entonces príncipe, hijo de la reina Isabel II compartía equipo de polo con Andrew Parker-Bowles, el exesposo de Camilla y su manera de presentarse pareció una profecía. 

“Mi bisabuela tuvo una aventura con tu tatarabuelo, el rey Eduardo VII, ¿qué te parece?”, 

Camila era hija de un alto cargo militar retirado, lo que le permitió crecer dentro de un círculo exclusivo de la realeza inglesa. Un primer matrimonio fallido, y el acoso de los medios impresos que la comparaban con Diana provocó por años daños a la imagen pública de la familia real.

Rey Carlos III y la reina Camila en febrero del 2005.Foto: Especial.

Hoy, después de 20 años de mantenerse en silencio de lo que sucedió en los años 90’s, casarse en el 2005 con el rey Carlos III y años de relaciones públicas para mejorar su imagen, eventos caritativos y de protocolo, tiene una aceptación del pueblo inglés de un 48 %.

Hoy fueron coronados en la Abadía de Westminster. Foto: AP.

Sin embargo, el recuerdo de Diana ha sido un obstáculo difícil de superar, misma que resurgió con la publicación del libro de Enrique, “En la sombra”, el duque de Sussex acusó de “villana”, “peligrosa” y capaz de sacrificarlo a él “en el altar” en su estrategia para ganarse a los medios británicos. 

De acuerdo con la versión de Enrique, tanto él como Guillermo le pidieron a su padre que no se casara con ella.

 

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