Celaya, Guanajuato.- Ya con 30 años de acompañar en el dolor de los Celayenses, Pablo Ventura se identificó como “El músico de los panteones” o “El temerario de la canción de la vida”, y se dijo listo para complacer con cualquier canción el próximo 10 de mayo.
Originario de Guadalajara, Pablo se consideró un celayense que conoce bien a la ciudad, luego de convivir con lo más profundo de la ciudadanía desde 1992.
“Les canto rancheras, boleros, temas de banda, corridos y de todo traigo. Hay muchas mujeres o parejas solas que vienen con sus niñitos, es muy triste verles sufrir”, expresó.
Por décadas ha acompañado a las familias que despiden a sus madres, hijos, parejas, hermanos o algún “amor prohibido”, dijo:
“A la gente de Guanajuato le gusta mucho venir a recordar a sus difuntos con música, independientemente de que luego tienen sus historias entre ellos, algún amor prohibido. Hay familias que no se llevan por algún asunto del difunto, pero casi siempre es una convivencia tranquila”, expresó.
A días de la conmemoración a las madres, Pablo se dijo contento de tener un mayor ingreso para seguir subsistiendo a través de las peticiones de los visitantes que buscan el servicio por canción.
Expresó que las fechas de conmemoración son especiales porque además, aprovecha para visitar a los suyos, que descansan en el Panteón Sur de la ciudad.
“Ahí es mi panteón preferido, allá tengo a mis difuntos, tengo a un bebé al que canto: ‘Descansa campeón’”, dijo.
A Pablo no le intimidan las peticiones que lo puedan tomar por sorpresa, pues confía en las herramientas tecnológicas.
“Traigo suficientes temas. Solo hay unos más modernos, pero con el teléfono sacamos la letra y las interpretamos”, expresó.
Aseguró que con el paso de los años un gran número de muertes en Celaya son de personas jóvenes que dejan en orfandad a sus hijos y en incertidumbre a sus parejas.
“Hay de todo y por lo que ahorita está pasando, ahorita ya ve cómo está la juventud. Es triste que mueran tan jóvenes, hombres y mujeres”, consideró.
El sentimiento que encuentra Pablo es de paz, pues en los cementerios las personas encuentran un momento de reflexión, aseguró.
“Yo no le tengo miedo de este lugar, al contrario, me gusta, siento paz y me ayuda acompañar a los demás con lo que hago, la música”, dijo.
Pablo valoró que las personas confíen en la música para llevar sus procesos de duelo, y aseguró que no solo se trata de un servicio.
“Yo soy el músico de los panteones, el que hace llorar a la gente, es muy bonito que la gente identifique a uno para sacar sentimientos que si se guardan, hacen daño”, explicó.
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CA