¡Saludos de parte de Agus, sus Monstruos, ¡ah! ¡también de su abuelo quien es el que provoca toda la aventura! “¡Eh, hola! ¡soy Agus Pianola: comparto habitación y aventuras con una banda de monstruos. Pero también tengo padres, ¿Eh? por cierto, que hace poco se fueron a París y me mandaron unos días a casa del abuelo. ¡Qué desastre, cómo estaba todo! y al abuelo nunca lo había visto tan triste. Normal: ¡le querían echar abajo la casa!, la culpa, ¡del tesoro perdido del bisabuelo! ¡Y en esta aventura conocerás a los tres monstruos ganadores del concurso”.
El estilo de contar la aventura es singular: tiene diálogos y al mismo tiempo Agus va construyendo el relato con algunas explicaciones que le dan más cuerpo a la aventura. Leamos: “Resulta que los padres también son personas y, a veces les gusta estar solos. Esto lo descubrí un día a la hora de cenar. (Diálogos) “Agus, queríamos decirte que… la semana que viene nos vamos a París -dice su madre. ¡Viva! ¡Nos vamos a París! ¡Es perfecto! ¡La semana que vienen tengo fiesta de la escuela! -contesta Agus. El papá de Agus contesta: No, no, no… ¡A París vamos a ir tu madre y yo!”. (Explicación) “Resultó que era el cumpleaños de mi madre y mi padre le había regalado un viaje a París. Y así fue como, ya de paso, también me enteré de que yo pasaría esos días con mi abuelo”. (Diálogos) “- Serán pocos días- contesta su madre-. ¡Ah! ¿Me estás diciendo que me voy a casa del abuelo? – dice Agus, impresionado. – Exacto Agus – contesta la madre. -Y con el abuelo siempre te lo pasas bien”.
(Explicación) “Ir a casa del abuelo me parecía una buena idea porque era cierto que con él siempre me lo pasaba bien. Evidentemente tuve una gran idea…” (Diálogos) -¿Y Lidia? ¿Puede venir conmigo a casa del abuelo? -dice Agus. -Hombre, deberías preguntárselo al abuelo, pero no creo que le parezca mal – contesta su mamá. -¡Y, ya de paso, Agus, pregúntale a Lidia si le apetece ir! -dijo el papá.” (Explicación) “Mi padre habló con su padre, mi abuelo. Yo hablé con Lidia. Lidia habló con su padre. Todos hablamos con todos y, al final, quedó claro que la semana que mis padres iban a París, Lidia, los Monstruos y yo la pasaríamos en casa del abuelo.
Me pasé toda la semana contándole a Lidia cómo era la casa del abuelo y el montón de cosas que podríamos hacer: ir al bosque, al huerto, cocinar, jugar a cartas, escuchar las historias y aventuras del abuelo”. (Diálogos) La casa de mi abuelo está afueras de Galerna, junto a un bosque precioso, y detrás hay un huerto y un pozo, y un estanque con renacuajos, y un ciprés y, y, y…., más allá hay una montaña. Y mi abuelo siempre está de buen humor. Le gusta jugar, cantar, leer, escuchar música… dice Agus. -¡Perfecto! ¡Ya me lo imagino! ¡Será genial! -contesta Lidia. (Explicación) “Los Monstruos también estuvieron encantados de saber que íbamos a pasar unos días con el abuelo. Ellos aún no le conocían, pero como yo ya les había hablado de él estaban seguros de que íbamos a pasarlo bien”.
En realidad, la aventura todavía no empieza. El que tiene interés en conocerla tendrá que ir a comprar el libro y de seguro que lo encontrará en la librería de mi preferencia (La de Juárez). Nos leeremos en la próxima.
El Pilón Filosófico: “Mientras más lees, más enlaces neurológicos le entregas a tu mente y tu inteligencia será más hábil”.
Editorial: COMBEL. Precio: $220. Capturista: Mónica Caballero.