Leyenda del futbol mexicano, primer futbolista en jugar cinco Mundiales, padre, esposo y abuelo ejemplar, mítico entrenador en Primera División, empresario y un hombre con un corazón casi tan grande como su contagiosa sonrisa.
Eso y más fue Antonio La Tota Carbajal, quien falleció este martes en su casa, en la colonia Jardines del Moral, a los 93 años de edad.
La semana pasada, don Toño fue hospitalizado por un problema de presión arterial. Pasó tres días en una clínica privada y volvió a casa, donde pasó los últimos días rodeado de su familia.
Una fuente cercana le confirmó a AM el fallecimiento del gran Cinco Copas y la noticia se esparció en el mundo futbolero. Medios de comunicación de América y Europa retomaron las partes más importantes de su carrera y otras leyendas, como Rafael Márquez y Guillermo Ochoa, enviaron condolencias.
Don Toño se ganó eso y más. De 1950 a 1966 defendió la camiseta del Club León, en una época romántica que le permitió alzar dos títulos de Primera División (1952 y 1956). Se retiró justo tras disputar su quinto Mundial con la Selección Mexicana, en Inglaterra 1966.
Aquello le ganó el mote de Cinco Copas, que lo acompañó en su etapa como entrenador del Unión de Curtidores y el Atlético de Morelia, al que dirigió en más de 1,000 partidos.
Al dejar las canchas definitivamente, se dedicó a atender su vidriería en el barrio de San Juan de Dios, aunque su actividad preferida se daba por las mañanas. “Está con los chavos en La Búsqueda”, informaban cuando alguien lo buscaba en el negocio.
Y es que don Toño acudía cada día, sin falta y sin pesar, al centro de rehabilitación, donde entrenaba a niños y jóvenes que querían salir de las drogas.
“Muchos no quieren entender, pero tenemos que sacarlos adelante… yo les digo que vean todo lo bueno de la vida y que luchen”, comentó Carbajal en una entrevista reciente.
De hecho, su última aparición pública fue para recibir un homenaje en La Búsqueda.
Se le vio sonriente, echado para adelante.
Así fue Antonio La Tota Carbajal Rodríguez, un leonés ejemplar.
Descanse en paz.