León, Guanajuato.- Mujeres leonesas que sienten la dicha de ser madres reconocen también que han tenido que superar muchas pruebas: padres que se convierten en deudores alimentarios, el duelo por una muerte violenta y repentina en la familia o apoyar a un hijo o hija con discapacidad.

Este último fue el caso de Gabriela Domínguez Grajeda, quien tuvo que esperar 12 años para tener un embarazo, el cual resultó de alto riesgo, por lo que ella debió guardar estricto reposo.

Su hija fue sietemesina, fue operada por hidrocefalia y varias veces estuvo en riesgo de morir, mientras Gabriela desarrolló artritis reumatoide y trombosis durante el embarazo, ahora lucha contra la diabetes y los preinfartos, pues ya sufrió dos.

No obstante, fortalecidas por su fe y con el respaldo de su esposo y padre, Gabriela y su hija celebraron felices otro Día de las Madres.

Asesinan a su yerno y se vuelve el apoyo de su hija

En el caso de Rosa Vázquez, de 74 años, ella sigue siendo el apoyo de su hija Alejandra, ahora más que nunca, luego de que su yerno, Juan Manuel Soto, de 35 años, fue asesinado hace un mes.

Señora Rosa Vázquez. Foto: Martha Silva

El joven, de oficio albañil, un día no llegó a dormir a su casa, por lo que su esposa salió a buscarlo a hospitales, al Cereso y lo encontró muerto en el Semefo de Guanajuato capital

Ni siquiera sabemos quién fue, dónde fue. Estamos sin apoyos. Mi muchacha está muy mal, hace tres días que no va a trabajar, se quedó con una niña chiquita, de tres años”.

Una maternidad de alegrías y tristezas

Isabel, de 61 años, tiene tres hijos y vive en Balcones de la Joya. Su maternidad ha estado llena de alegrías pero también tristezas: como cuando hay conflicto en la familia o la vez que ella perdió su trabajo y cayó en depresión, pues ya no se podía comprar lo que quería.

Se queda sola con tres pequeños

Adriana Pedroza, de 42 años, tampoco era económicamente libre cuando su pareja la abandonó con tres pequeños tuvo que buscar un empleo para mantenerlos, pues el padre siempre le negó cualquier ayuda y migró a Estados Unidos.

Adriana Pedroza. Foto: Martha Silva

La familia paterna la amenazó con quitarle a sus hijos si insistía en un pago de pensión, por lo que desistió.

Ahora me conformo con que le esté pagando los estudios a la más chica”.

Sobre la lucha que en los últimos meses se está librando a nivel nacional y estatal contra los padres que no mantienen a sus hijos e hijas, Adriana comentó “Es justicia para las mamás que sacaron a sus hijos adelante”.

El divorcio fue su mejor decisión

Para Socorro, divorciarse del padre de sus hijos fue la mejor decisión: “ahora estoy en mi casa, tranquila, independiente, a mis 72 años vendo ropa y zapatos por catálogo y soy muy feliz”.

Aconsejó separarse a las mujeres que se sienten atrapadas: “ustedes pueden, querer es poder”.

Combina trabajo y maternidad

Mirna Solís, química laboratorista en Cruz Roja, cree que ser mamá también es un trabajo, el cual inició cuando ella aún no terminaba la universidad, sin embargo, ha podido compaginar las dos cosas.

Mirna Solís. Foto: Cortesía

Piensa que su labor como profesionista en constante superación, bajo los principios de esa noble institución, inspirará a su hijo Gael, de 7 años, a ser mejor persona con valores como la imparcialidad, la humanidad, ser comprensivos, en cooperación y paz.

El que yo sea mamá también me inspira a hacer cosas buenas. Los hijos nos ven lo que hacemos y si uno se queda en una zona de confort, eso van a aprender, por lo que hay que ser un buen ejemplo”.

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