¡Qué alegría y qué tranquilidad me dio el lunes pasado, cuando la SCJN invalidó una parte del Plan B electoral, por vicios en el procedimiento legislativo! ¡Tenemos división de poderes! ¡Tenemos democracia! ¡Tenemos contrapesos para este “gobierno” que, todo parece indicar, se quiere convertir en una dictadura! ¡Hasta el ministro Zaldívar (aquél al que López le ofreció la reelección y que tardó tanto en rechazarla, a pesar de las leyes) tan cercano a la 4T, la rechazó!
¡Bien por Margarita Ríos Farjat, Juan Luis González Alcántara, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Javier Laynez Potisek, Jorge Pardo Rebolledo, Alberto Pérez Dayán (quien fue el ponente), Luis María Aguilar, y encabezándolos, la ministra presidenta, Norma Piña! Ella es una “roca firme, sólida, sencilla e inteligente”, como dice el Lic. Enrique Gómez. ¡Y todos son un orgullo para nuestro México! ¡Ya son parte de la historia! ¡Gracias por hacer prevalecer el respeto a la Constitución! ¡Gracias por mantenerse firmes ante los embates de quienes parecen preferir el borreguismo, la lambisconería y la tiranía, al libre pensamiento, respeto a las leyes y democracia.
¡Porque qué pesar (y qué vergüenza) ver todos los golpes que han tenido que recibir y siguen recibiendo diariamente, estos ministros de nuestro importante Poder Judicial! El mismo lunes de la votación, la “Consejería Jurídica de la Presidencia”, anti democráticamente y tratando de influir en la importante resolución, mandó un comunicado diciendo que de invalidarlo, estaría “sustituyendo al Congreso”. A esta Consejería renunció Julio Scherer Ibarra y lo suplió la abogada de izquierda, María Estela Ríos González. Al igual, desde 12 días antes, se formaron un enojoso plantón y diferentes marchas, para denostar a la Corte… ¿quién le paga a estas personas? Porque alguien que trabaja y necesita comer, no puede ir a pararse 12 días seguidos a solo gritar insultos y fomentando a otros a hacerlo.
Y desde el martes, López se ha dedicado un día sí y otro también a denigrar al tercer poder de nuestra democracia. Ya conocemos sus argumentos: “Está podrido”, “Sirven al bloque conservador”, “Pandilla de rufianes, corruptos”. Y prometió mandar otra iniciativa de ley para que ahora “los elija el pueblo”. ¿Se dará cuenta de lo que esto implica? Y, como cascada, se dejaron caer los insultos y desprecios por parte de sus seguidores… ¡Al fin, ya tenían línea de su “líder”! Empezando por el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, que parece olvidar que su función es conciliar, armonizar e informarnos la verdad, a nosotros los ciudadanos, y twittea descaradamente que la “SCJN decidió proteger intereses particulares y pasar por encima de los representantes populares”… ¡Claro, está en precampaña, no a favor de unir a México! El senador Monreal, que parecía el más libre, se convirtió en “nada” por buscar quedar bien. Con una desfachatez absoluta, repiten en las páginas oficiales, las mentiras que se dicen en las “mañaneras”, buscando atacar a la Corte. Por ejemplo, la del “Gobierno de México” dice textualmente: “Las y los ministros tienen un fondo de más de medio millón de pesos para comidas, con cargo al erario público, lo que significa que no gastan ni un solo peso de su sueldo para alimentos. Ellos no defienden la democracia, defienden sus privilegios”. ¿Pero que no las páginas de Gobierno son precisamente eso, para “gobernar” y no para hacer propaganda de lo que quieren que escuchemos? ¡Porque las pagamos nosotros! Y justamente provocan que se haga un comparativo entre tooodo lo que se gasta en Palacio, López, y los 11 ministros de la SCJN (75 mdp y 47 mdp, respectivamente), o lo que se ha gastado en Pemex y CFE en este Gobierno, que equivaldría a pagar 25 mil años de la Corte, según Max Kaiser.
Y como dice el Monero, Paco Calderón: “Tardó cinco años en molestarse por lo que ganan los ministros, una vez que le frenaron sus disparates”.
Y sí, el presidente López está enojado. Por eso, esta semana, arremetió contra lo que se le puso enfrente: los republicanos de EU (parece olvidar que es nuestro principal socio comercial y que dependemos en tantas cosas de ellos), Loret de Mola, Juan Villoro, Santiago Creel (representante de otro de nuestros poderes)…
En plena entrada del Título 8 en lugar del 42, en la frontera con EU, en lugar de dar cobijo a los migrantes, y ofrecerles apoyo como ofreció en su campaña, fortificó nuestra frontera sur, cerró 33 estaciones migratorias, y prohibió dar documentos para su libre tránsito por México.
Para él, como bien dice José Luis Palacios, no hay nada en medio: nosotros, ciudadanos, y las instituciones, o somos sus buenos seguidores o somos el mal personificado.
LALC