Estando en Tijuana, un amigo me preguntó: ¿Qué se necesita para que mexicano flojo, mal educado y cochino se vuelva trabajador, limpio y un buen ciudadano? R= $8 dólares por hora.
R- Guarraguauuu, mi Santias, tu comentario parece traer un dejo de discriminación racista por tu propio pueblo.
S- Para nada perro, objetividad pura. Es un hecho que el mexicano que en México es un ladino, en USA, por miedo a ser deportado o por conveniencia se comporta como Dios manda… Por eso afirmo que si bien hay muchos mexicanos con cultura y educados, también hay mucho patán que sin ningún respeto por la convivencia civilizada tira basura en la calle, pega chicles en los árboles, tranza sin remordimiento, hace ruido como si el mundo fuera de él sin respeto por los vecinos, simula que trabaja y se hace tarugo, cuando puede, pinta bardas ajenas para hacerse notar, se manifiesta injustamente y de forma soez y grosera contra la Suprema Corte a cambio de unos cacahuates que les dan los seudolíderes del oficialismo y, destruye propiedad privada por envidia o simplemente por joder, porque puede y porque le vale madres el daño que hace… Y no hay que ir muy lejos para ver ejemplos de esa conducta; como en las marchas feministas dónde un@s sátrapas pintarrajean o dañan edificios y monumentos amparadas en la impunidad que otorgan los pasamontañas y los gobiernos, que dicho sea de paso, tienen la cola entre las piernas por ineficaces, tranzas y corruptos, por lo que prefieren dejar pasar el vandalismo y que sirva de desahogo social, cuando no, atrás de ellos o ellas están sus propios seudolíderes.
Cápsula informativa, tomada de Internet: “El seudolíder es consciente de que los subordinados se motivan cuando tienen el poder de decidir. Por eso manipulan a las personas haciéndoles creer que son ellos los que deciden. Un verdadero líder se centra en intereses comunes; el seudolíder se centra en sus propios intereses.”
R- ¡Jijos, mi Santias!, pues sí que están dañados Uds. los humanos.
S- No todos, mi Rufo, no todos, como dije, igual que hay sátrapas y rateros, hay gente educada, honesta y decente. Pero el México del que hablo y existe lo describe con crudeza la chafa película, presentada en Netflix: ¡Qué viva México! de Luis Estrada, quién me echó a perder el buen sabor que me dejó con su película: La Ley de Herodes… En ¡Qué viva México!, Estrada manda varios mensajes descriptivos del México de ayer y de hoy: Luis nos describe a los mexicanos: 1.- Como tranzas y flojos, 2.- Como vividores y fantasiosos, 3.- Como borregos manipulados por líderes abusivos, 4.- Con autoridades y policías corruptos, 5.- Con patrones y una casta de privilegiados explotadores y gandayas y finalmente, 6.- Pendejos y malinchistas que siempre perdemos ante los extranjeros abusivos… o abusados.
R- Auuu, ¿y tú que piensas, mi Santias?
S- Para explicar lo que pienso, te voy a poner de ejemplo el “Tren Maya”, mi Rufo; como muchas otras obras públicas, ya triplicó el costo, además, para ocultar las tranzas y “desvíos”, se puso bajo la jurisdicción de la SEDENA, bajo la premisa de que no hay quién le exija rendición de cuentas a quienes andan armados; no contento con eso, El Preciso nos volvió a mentir asegurando que no se tiraría ni un árbol mientras destruye ecosistemas completos y digo que mintiendo oootra vez, porque ya antes había prometido regresar al ejército a los cuarteles y nos engañó dándoles “negocios”, aduanas y obra pública sin mesura y en complicidad… Y eso no es lo peor, mi Rufo, lo peor es el daño ecológico que significa destruir todo un sistema de cuevas y cavernas naturales que hay debajo de la superficie yucateca, sistema construido durante siglos por la madre naturaleza y que, por sus características es inviable para sostener el paso de un tren, lo que ha generado, como expresé, costos exorbitantes y soluciones de “pseudoingeniería” muy endebles y contaminantes, propensas a generar accidentes mortales (como en la Línea 12 del Metro)…
R- Grrr, pues visto así, mi Santias, lo peor no parece ser el daño ecológico o la corrupción asociada a la obra, lo peor, es que sean Uds. un pueblo apático, desorganizado y manipulado que permitió y permite todo tipo de tranzas, corruptelas y abusos, simplemente por crédulos, comodinos, valemadristas y cobardes, eso, en mi perruna opinión ¡Eso es lo peor!… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador