En la carrera por la sucesión presidencial en nuestro país están ocurriendo hechos inéditos. Por lo general, el partido en el poder determinaba quién era el candidato con los juegos de los tapados y destapados.
Muchos no lo creemos de pronto, pero en este preciso momento no puede haber dedazo, porque de la gama de aspirantes no hay uno que fuera el designado y otros que lo permitieran.
De quienes lo han expresado y tienen posibilidades reales de lograr la postulación oficial, me refiero a cumplir con lo establecido en las leyes electorales, hay uno que ha marcado la tendencia y el movimiento de la dirigencia nacional de Morena, ese es Marcelo Ebrard.
Nos dejaríamos de resultados de encuestas creíbles y no creíbles, porque llega el momento de que se definan las reglas de cómo será el procedimiento para la elección de un candidato rumbo a la elección de 2024.
Con sus pronunciamientos ante medios de comunicación y en sus redes sociales, el actual Canciller de México ha sido claro al pedir reglas ídem. Y de tanto pedir piso parejo, este se ha ido aplanando.
Al momento en que anuncia su determinación de renunciar a su cargo como Secretario de Relaciones Exteriores, fuerza al Ejecutivo a indicar que pronto todos los funcionarios del Gobierno Federal, que sean aspirantes, lo deberán hacer seguramente este lunes 12.
No estar en el cargo que ahora tienen, todas las “corcholatas” primero se pueden dedicar a ir en busca de simpatías y apoyos, sin ningún problema de agenda laboral. Segundo, no podrán, de manera directa, valerse de recursos humanos y materiales (incluso económicos), para autopromoverse. Tampoco deben hacerlo en forma indirecta
Con el anuncio del Consejo Nacional del partido guinda para este domingo 11 de junio, anunciado por el Presidente del partido, tendrán como punto principal del orden del día, la determinación del método para elegir al candidato.
Ese trabajo lo harán los 374 consejeros, que representan liderazgos en todo el país y no serán quienes elijan al futuro candidato para contender por la Presidencia de la República, únicamente las reglas del juego.
Si es una encuesta o dos encuestas, si es una empresa determinada u otra, eso lo decidirán los consejeros. Otro trabajo que tienen es que se firmará un acuerdo de que una vez aceptado el sistema de medición de personas, los que pierdan tendrán que apoyar al ganador.
Lo que pretenden es obtener el triunfo como meta, en la que se incluye lograr las mayorías en el Congreso de la Unión, que incluye a diputados y senadores. Pero eso precisamente es lo que también busca la alianza opositora.
De inicio, parece que no se aceptaría la propuesta de Marcelo de realizar debates de cara a la ciudadanía, pero subsiste el temor de la dirigencia por el desgaste que surja por posibles ataques o señalamientos duros (que son normales en los debates).
A la pléyade, perdón a la “corcholatería”, de aspirantes de Morena, que la completan Claudia Sheimbaum, Augusto López y Ricardo Monreal, se deberá incluir a un aspirante del PT, que es Fernández Noroña, y por el Partido Verde, a Manuel Velasco.
¿Por qué estos últimos dos? Por la alianza que han hecho con el partido vino tinto y requieren sus cuotas de colaboración, las cuales han sido aceptadas por la dirigencia morenista, pero no necesariamente estarían en el Consejo Nacional de este domingo, pero sí los líderes de estos organismos políticos.
Dos “corcholatas” que han sido cuatroteístas de hueso colorado son Claudia y Don Augusto, y otros dos que son moderados son Marcelo y Monreal. Marcelo no ha tenido miedo en decir que dará continuidad con cambios a las políticas y proyectos del Presidente y a la plataforma 4T.
Este fin de semana López Obrador habló del Consejo Nacional de este domingo 11, y del cual indicó que estarán los aspirantes “que darán continuidad con cambios”, muy buena señal, especialmente para Marcelo Ebrard.
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