León, Guanajuato.- La incorporación de parques y áreas verdes en los entornos urbanos se ha asociado con beneficios para la salud de los residentes.
Sin embargo, un estudio realizado en 2017 por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) y el Institut Hospital del Mar d’Investigacions Mèdiques (IMIM) sugiere que estos beneficios no se distribuyen equitativamente entre todas las clases sociales, especialmente en Latinoamérica.
Investigaciones han demostrado que la “verdificación” de las ciudades, es decir, la creación de parques, espacios verdes y corredores ecológicos, puede mejorar la calidad del aire, fomentar la actividad física y fortalecer los lazos comunitarios, lo que contribuye a reducir el estrés crónico y mejorar la salud en general.
Sin embargo, el Laboratorio de Justicia Urbana Ambiental (BCNUEJ) del ICTA-UAB, liderado por los sociólogos y geógrafos Isabelle Anguelovski y James Connolly, ha identificado un fenómeno conocido como “gentrificación verde”.
¿Qué es la ‘gentrificación verde’?
La gentrificación verde se refiere al proceso mediante el cual la introducción de espacios verdes en áreas urbanas desfavorecidas atrae a residentes con mayor poder adquisitivo, lo que a su vez desplaza a la población original.
Esto resulta en un aumento significativo en los precios de alquiler y venta de viviendas, lo que impide a los grupos más vulnerables mantenerse en sus hogares y los obliga a buscar vivienda en áreas con menor calidad de vida.
Este fenómeno de gentrificación verde no solo perpetúa la desigualdad al concentrar a la población vulnerable en áreas específicas, sino que también puede romper los lazos sociales existentes y aumentar los problemas de salud mental entre los residentes afectados.
Helen Cole, investigadora principal del estudio, destaca:
Es crucial comprender los impactos en la salud de aquellos que viven en áreas gentrificadas debido a la creación de espacios verdes. La gentrificación verde puede alterar el efecto que la exposición a áreas verdes tiene en la salud”.
Cole enfatiza que las ciudades más verdes no son necesariamente justas y saludables para todos por igual.
Es fundamental que los profesionales de la salud pública consideren estas dinámicas al promover la integración de espacios verdes en las ciudades.
Además, los investigadores en salud pública y epidemiología deben adoptar un enfoque más dinámico que explique las posibles consecuencias sociales no deseadas de la gentrificación verde.
Asimismo, es necesario analizar el impacto de la gentrificación en la salud de los vecindarios, especialmente aquellos que han experimentado una transformación en espacios verdes.
De hecho, Helen Cole y otros colaboradores de este grupo de investigación publicaron un comentario en la revista The Lancet – Public Health, donde advierten sobre el riesgo de que las iniciativas de salud urbana transversales se conviertan en justificaciones para la construcción de desarrollos exclusivos y para el proceso de gentrificación.
Esto subraya la importancia de abordar los problemas de desigualdad y garantizar que los beneficios de la creación de espacios verdes se compartan equitativamente en las comunidades urbanas.
(Texto redactado con apoyo de ChatGPT y revisado a detalle en la redacción de am antes de su publicación)
HEP