“Este sueño nació con un anhelo infantil, ya que mi madre nunca me pudo comprar un piano”, contó emocionado Martín Espinosa, creador y presidente de la fundación Arts Without Borders (AWB), misma que recientemente benefició a una institución leonesa, al CIPEC.  

Gracias al trabajo en conjunto de las autoridades del Centro de Investigación y Promoción Educativa y Cultural (CIPEC) y a la fundación, que reside en Houston, Texas, se logró una donación de 14 pianos para el instituto, que dentro de sus actividades impulsa un programa musical. 

Martín Espinosa, experto luthier, se encargó de capacitar al personal de CIPEC para el mantenimiento de los pianos. Foto: Omar Ramírez.

Para compartir todos los detalles sobre esta importante aportación, estuvieron presentes Martín Espinosa, Mario Plasencia Saldaña, presidente del comité directivo de CIPEC; Leticia Camino, directora de CIPEC; Ana María González, directora de artes de CIPEC y Juan Pablo de León, director de AWB en México. 

 

El trabajo de Arts Without Borders

Con el nuevo conocimiento adquirido, los maestros mantendrán en buen estado los instrumentos. Foto: Omar Ramírez.

Fundada en 2019 por Martín Espinosa, quien tiene una extensa trayectoria artística como productor y director de teatro en varios países, la fundación Art Without Borders recibe donaciones de instrumentos por parte de particulares en Estados Unidos y se dedica a restaurarlos y después donarlos a niños principalmente.

“Se nos han abierto las puertas para diferentes lugares, estamos comenzando proyectos en Uganda, África, pero ya tenemos presencia en Chile, Ecuador y México, al mismo tiempo que estamos gestionando nuestra colaboración en Bolivia y El Salvador”, dijo Espinosa. 

El fundador también explicó que la asociación trabaja bajo el lema “Educación frena migración”, pero según sus palabras, es un freno con sentido y no “un muro vacío”.

 Los maestros también aprendieron sobre herramientas y refacciones para el instrumento. Foto: Omar Ramírez.

Las donaciones más recientes que han recibido son de familias centroamericanas que viven en Houston, pues apoyan la idea del desarrollo a través de la música y las artes.

 

La formación en CIPEC

“CIPEC es una institución que se dedica por un lado a la capacitación de adultos, con más de 20 programas y por otro lado a la educación integral de niños que tengan necesidades de aprendizaje. En la parte de la formación integral, que es escolarizada, dentro de nuestros programas uno de los más importantes es el musical. Esa parte ayuda mucho a mejorar la cognición” explicó Mario Plasencia. 

Las clases de piano ahora serán posibles en la institución. Foto: Omar Ramírez.

Inserto en la colonia Villas de San Juan, este centro tiene como principal objetivo impulsar a la comunidad y a lo largo de casi 10 años el programa de formación musical se ha enfocado, no tanto en formar músicos profesionales, sino en apelar al desarrollo de la cognición y el ámbito emocional de los niños

Piano a 4 manos 

Hasta ahora, no había resultado posible que los 320 alumnos de CIPEC recibieran clases de piano. La institución sólo contaba con uno de estos instrumentos, que fue solicitado por la maestra Ana María González para las clases de solfeo, teoría y coro

“AWB nos hizo favor de donar 14 pianos, quizá para México resulta todavía algo nuevo recibir en donación todo este tipo de artículos. Fue complicado por el proceso aduanal pero con el apoyo de la fundación hoy estamos aquí”.

La intención es que ahora los niños puedan formarse también en este instrumento, pero debido a la alta demanda, se planea que durante las clases se acomode a dos estudiantes por piano, de ahí el nombre del proyecto “Piano a 4 manos”.

Actualmente los pianos, que llegaron la semana pasada, se encuentran desarmados en las instalaciones de CIPEC, mientras reciben algo de mantenimiento antes de ponerse en pie y comenzar a funcionar. 

 AWB se preocupa por que las donaciones sean dignas y de buena calidad. Foto: Omar Ramírez.

Martín Espinosa, quien es también luthier de pianos (especialista en su reparación) desde hace casi 40 años, se encargó de capacitar a los maestros de CIPEC para que fueran ellos mismos quienes realizaran esta labor que les ayudará a seguir manteniendo los pianos en un futuro. 

“Les ofrecí enseñarles todo; herramientas, refacciones, mantenimiento de martinetes, picar felpas, etc. Los maestros están haciéndola de técnicos porque lo más importante es aportar a la comunidad y que se entreguen pianos con amor y de calidad”, dijo Espinosa.

La maestra Ana María González resaltó que ya hay muchos niños interesados en tomar las clases de piano y que también se verá la posibilidad de habilitar un espacio para los demás miembros de la comunidad que estén interesados en aprender sobre este instrumento.

Martín Espinosa, Ana María González, Juan Pablo de León, Mario Plasencia Saldaña y Leticia Camino. Foto: Omar Ramírez.
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Martín Espinosa, Ana María González, Juan Pablo de León, Mario Plasencia Saldaña y Leticia Camino. Foto: Omar Ramírez.
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Martín Espinosa, Ana María González, Juan Pablo de León, Mario Plasencia Saldaña y Leticia Camino. Foto: Omar Ramírez.
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Martín Espinosa, Ana María González, Juan Pablo de León, Mario Plasencia Saldaña y Leticia Camino. Foto: Omar Ramírez.
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Martín Espinosa, Ana María González, Juan Pablo de León, Mario Plasencia Saldaña y Leticia Camino. Foto: Omar Ramírez.
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