La irrupción del fenómeno Xóchitl en el acontecer político del País está acarreando movimientos telúricos que ya se gestaban, y solo estaban a la espera del percutor adecuado. Para entenderlo debemos descifrar sus mensajes. Vamos a ver.

Consideramos que el aviso toral es el que alude a la participación ciudadana, sobre los intereses partidistas. Acuna el hartazgo de la gran mayoría de los mexicanos de un sistema de partidos dedicados a devastar las arcas públicas y al enriquecimiento de las cúpulas. La única manera posible de ganar las próximas elecciones es cambiando la relación de sujeción a la partidocracia, por un movimiento liberador de origen genuinamente ciudadano, acrisolado sobre todo en las organizaciones civiles. Estos fueron los generadores de las mareas rosas, evento que sorprendió especialmente a las dirigencias partidistas, las cuales tomaron su lugar, en la cola, en las manifestaciones multitudinarias.

El segundo gran mensaje es: “No tengo dinero, los ciudadanos se encargarán de la campaña. Si estuvieron chingue y chingue para que le entrara, ahora ayúdenme”. La potencia del llamado es brutal y pone de cabeza el modelito del cual estamos hastiados: robarse los dineros públicos vía contratos, permisos, licencias y moches, para hacerse de un costal de dinero para sufragar campañas costosísimas. Es el modus operandi de una clase política depredadora, como la que se ubica en el Gobierno estatal y muchos municipales. La mayoría de los políticos vigentes están ahí porque participan de esta metodología. Solo así se entiende su capacidad económica para sufragar los enormes gastos de las campañas. Ahora están pasmados por el anuncio de Xóchitl: ¡no quiere dinero! Los pondrá en un dilema.

Tercer mensaje: El respeto a la dignidad de las personas, especialmente de la mujer. Cuando recientemente el Presidente denunció que Xóchitl era lanzada por un grupo de oligarcas que habían decidido el destino de la hidalguense, esta emitió una repuesta fulminante: “Usted no puede imaginar que una mujer obtenga una candidatura por méritos propios, porque usted, señor Presidente, es un machista”. La bala pegó en el blanco al reivindicar las luchas de las mujeres en contra de su discriminación y ninguneo.

Hay más, pero consideramos que para este espacio con estos tres momentos basta, para hacer un ejercicio interesante: trasladar estos postulados al ámbito estatal. Vamos desgranando la mazorca.

En Guanajuato creen que la próxima elección se puede enfrentar a través de las líneas que ordene la estructura panista. El Gobernador como ente plenipotenciario decide por boca de su jefe de gabinete quiénes serán los prospectos a reinar en el Estado los próximos 6 años. A modo de organización mafiosa, ya se han distribuido los puestos entre los incondicionales. Para el oficialismo panista, todo se cocina en casa. Los ciudadanos son una entelequia. El gran dedo ya lo ha decidido todo. Pero se equivocan, la irrupción ciudadana ya comenzó con una carta abierta de un grupo de importantes personajes reclamando participación y la postulación de candidatos comprometidos con la ciudadanía, y no de impresentables.

Así repudian el dedazo que ha tratado de imponer torpemente Diego Sinhue, y que comenzó con un grosero acto de acarreo multitudinario de 25,000 personas para repartirles dinero. Un evento que resulta una imitación a los realizados con el apoyo del Presidente de la República en favor de su corcholata mayor: Claudia Sheinbaum. Y siguen sin entender, esta semana volvieron a acarrear a 5,000 comerciantes de todo el estado para un acto de campaña en favor de Libia García. Penoso.

En contraste con el señalamiento de Xóchitl de no tener ni requerir dinero, los panícolas deben estar pasmados. Su ruta tradicional queda descarrilada. Creen fervientemente que las elecciones se ganan a billetazos, repartiendo toda clase de obsequios disfrazados de programas sociales: calentadores solares, estufas ecológicas, tinacos, varillas, cemento, cal y tarjetas grandeza.

Veamos la contradicción: Una candidata a presidente, frugal en campaña, al lado de otra que contará con 3,000 millones de pesos para regalar cachivaches a los electores. ¿Cómo van a juntar a Xóchitl con Libia? Evidenciarán la incongruencia.

Por último, el machismo del Presidente de la República denunciado por Xóchitl, presenta su referente estatal en el evento con comerciantes en donde el propio Gobernador dijo: “A ustedes les encargo a Libia, por favor, apapáchenla, cuídenla, que recorra todo el estado…”.

Nos apena ser rudos con una profesionista que hasta hace algunos meses había construido una buena carrera como funcionaria pública, pero que está siendo desvalorizada, todos los días, por un Gobernador incompetente. 

Libia García no debiera necesitar que su jefe la ande “encargando” con nadie, debe valer por sí misma, por sus cualidades, y no por los apoyos ilegales que le proporciona el amo del Estado. Nuestro Ejecutivo insiste en fabricar una corcholata, imita al Presidente, debería estar en Morena.

 

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