A VECES Andrés Manuel López Obrador es como esos pacientes que dicen tener “poquita diabetes”. Así de extraño suena cuando el Presidente asegura que el desgobierno en Guerrero solamente es en Chilpancingo. Al mandatario no le importa si ahí despacha la gobernadora de su partido, si ahí están asentados los poderes estatales y si, casualmente, esa es la capital del estado.
DENTRO de este actuar desconcertante del gobierno, la secretaria Rosa Icela Rodríguez de plano se coloca en los linderos de la ilegalidad al aceptar negociar con los delincuentes que tienen asolada esa región guerrerense, en lugar de aplicarles la ley. Preocupa demasiado que la responsable de la política de seguridad crea que sólo a garrote limpio se puede aplicar la ley.
ES CURIOSO que en la 4T les tiembla la mano con los delincuentes, pero no con los adversarios políticos. Cada quien sus prioridades.
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ALLÁ en Nuevo León se comenta que el gobernador Samuel García no descarta la idea de lanzarse como candidato a la Presidencia. Eso explicaría, dicen, su ausencia a la reunión de seguridad regional, realizada en Ciudad Victoria el lunes.
PARA más señas, la versión que corre en tierras regias es que el mandatario naranja se habría reunido con Dante Delgado, el dueño de Movimiento Ciudadano, para tocar base y analizar juntos la posibilidad de lanzarse para 2024. Sería raro que sucediera, pues el proyecto de MC tiene descartado llegar a la Presidencia el próximo año, por lo que su jugada está enfocada a construirse como una opción para 2030.
TODO ESO sin mencionar, por supuesto, que el propio Dante Delgado sueña con ser él quien ostente la candidatura naranja, como lo confirmó su autodestape de ayer.
COMO SEA, las cosas en Movimiento Ciudadano siguen convulsas a sólo dos días de su Consejo Nacional, en el que ya dejaron saber que no asistirán la mayoría de los cuadros de Jalisco, en un episodio más del distanciamiento entre Dante Delgado y Enrique Alfaro.
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DENTRO del equipo de Claudia Sheinbaum ha venido creciendo la incomodidad por la participación, por no decir intromisión, del productor de telenovelas Epigmenio Ibarra.
SEGÚN ESTO, el colérico realizador es el “cerebro” detrás de este tonito tan extraño que ha adoptado la precandidata morenista en sus mítines, utilizando una técnica que va del adoctrinamiento al sermón evangélico, muy parecido al de AMLO pero en cámara más lenta.
ESE ESTILO en los templetes le está ganando muchas burlas y comentarios sarcásticos a Sheinbaum, pero lo que más les preocupa a los morenistas es que nomás no prende en sus dichosas asambleas informativas, por más que recurre a los éxitos de siempre de la mañanera: los neoliberales, los conservas, Claudio X. González, Salinas, el PRIAN, otra vez los neoliberales, no mentir, no robar… ¡y favor de no despertar!