NO ES por ser malpensados, peeero… la empresa que le da mantenimiento a los elevadores del IMSS fue creada apenas en 2018. Y fue en 2019, ya bajó la gestión de Zoé Robledo, que comenzó a ganar licitaciones y más licitaciones para proveer un servicio técnico para el cual se piden, por lo menos, cinco años de experiencia.

CON TODO y que en la 4T se dan baños de pureza, ya es costumbre descubrir que en estos cuatro años y medio se ha creado una nueva clase social: los contratistas neofifís morenistas. Y es evidente que Sitravem entra en esta categoría, pues ha crecido y se ha enriquecido al amparo de quienes decían ser distintos y se parecen mucho a los de siempre.

QUIÉN SABE si el directivo de la empresa, Ismael Soto del Hoyo, es amigo, compadre, socio, ex condiscípulo o vecino de alguien muy bien posicionado en el gobierno federal; o si se trata de un empresario con mucha suerte, pues además de los contratos con el Seguro Social, también ha obtenido muy buenos acuerdos con el gobierno de la Ciudad de México.

 

*

 

VAYA IRONÍA: quisieron poner a la Suprema Corte en el banquillo de los acusados, pero quienes resultaron exhibidos fueron los propios diputados de Morena. Feo resbalón para Ignacio Mier.

EL COORDINADOR de la bancada morenista estuvo insistiendo en que ministras y ministros acudieran a San Lázaro, pues les quería entregar personalmente las fabulosas conclusiones de los foros que organizaron sobre la supuesta necesidad de una reforma judicial.

Y RESULTA que la mayoría de los expertos que participaron en los conversatorios consideró equivocada la propuesta de Morena para elegir por voto ciudadano a las y los ministros de la Corte. Es decir, hasta en los espacios organizados para darle gusto al Presidente, las cosas no salieron como se esperaban.

EL COLMO es que, pese a los resultados que él mismo presentó, Mier salió con que van a seguir insistiendo en convertir a la Suprema Corte en otra pasarela de corcholatas. Y entonces, ¿pa’ qué tanto gasto en foros?

 

*

 

ES CURIOSO, pero finalmente sí voló de la escena política la diputada morenista Andrea Chávez Treviño. Hace unos días en las redes sociales se dio a conocer que su familia había usado un jet privado -aparentemente del Ejército- para viajar a Ciudad Juárez. La ex vocera de Morena primero lo negó, después se burló y al final terminó aceptando que era cierto en un video. En la grabación reconoció que fue un vuelo privado, aunque insistió en que fue un taxi aéreo pagado por ella misma. Y con eso de que un Gulfstream G350 se renta, en promedio, en más de 7 mil dólares por hora de vuelo, queda claro que la morenista no es austera, pero sí muy ahorradora.

 

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *